¿Quién observó por primera vez la luna con un telescopio hace más de 400 años?
En 1608, un óptico holandés inventó el primer telescopio pequeño. Al año siguiente, Galileo observó estrellas por primera vez con su telescopio casero y, a partir de entonces, la humanidad se embarcó en un nuevo viaje para explorar el universo.
Durante 400 años, ha condensado la noble búsqueda y la sabiduría de la humanidad. El progreso de los telescopios desde la pequeña apertura hasta la gran apertura, desde los telescopios ópticos hasta los telescopios de rango electromagnético completo, desde los telescopios terrestres hasta los telescopios espaciales y los receptores y detectores de rango electromagnético completo, no solo ha revolucionado la astronomía, sino que también ha afectado profundamente a otros campos. ¡La ciencia e incluso el progreso de toda la sociedad humana han cambiado la cosmovisión humana!
Antes de Galileo, los astrónomos obsesionados con el cielo nocturno sólo podían observar el cielo a simple vista. El aumento del telescopio casero de Galileo es lamentable hoy en día, pero desencadenó una revolución en la historia de la ciencia humana. Desde entonces, cada aumento en la apertura de los telescopios ha resultado en una expansión de nuestro conocimiento del universo.
La atención de la humanidad al cielo es tan antigua como la historia de la civilización. Para saber la fecha, la estación, cuándo sembrar y cuándo pasar el invierno, la gente siempre mira al cielo y busca respuestas en las estrellas brillantes. Para observar cómodamente los fenómenos celestes, los antiguos astrónomos construyeron observatorios astronómicos. Con la ayuda de diversos instrumentos para registrar la orientación de los cuerpos celestes, registraron las posiciones y movimientos del sol, la luna y las estrellas, así como fenómenos celestes especiales como, por ejemplo. eclipses solares, cometas y novas.
Observar los fenómenos celestes no sólo tiene fines prácticos, sino que lo más importante es que el cielo estrellado siempre ha sido fuente de curiosidad e imaginación humana. En 1608, el holandés Lipassi inventó un maravilloso "tubo de luz" que podía ampliar objetos distantes y solicitó una patente.
En 1609, después de que el físico italiano Galileo se enterara de esto, construyó de forma independiente un telescopio con un diámetro de 4,4 centímetros, una longitud de 1,2 metros y un aumento de 32 veces.
Cuando apuntó el telescopio al cielo, pronto descubrió que la Vía Láctea estaba originalmente compuesta por innumerables estrellas. La luna no es tan perfecta como decía Aristóteles, pero tiene montañas y valles. Júpiter tiene cuatro satélites orbitando alrededor de él, y no todos los cuerpos celestes orbitan alrededor de la Tierra como afirma la teoría geocéntrica.
El poder de un telescopio proviene del hecho de que capta la luz de un área mucho más grande que la pupila del ojo humano. Cuanto mayor sea la apertura del telescopio, más lejos y más claro podrás ver. Esta es también la razón por la que los telescopios se hicieron cada vez más grandes con el tiempo.