Inversión extranjera de empresas nacionales
1. Al invertir en activos en el extranjero, debe asumir todos los riesgos de inversión de los activos nacionales, así como los riesgos del tipo de cambio. Dado que el dólar estadounidense es la principal moneda internacional, su tendencia a largo plazo es relativamente predecible y los inversores generalmente conocen bien los juicios sobre el tipo de cambio. Sin embargo, si invierte en otros activos extranjeros como el yen japonés, el euro y el dólar australiano, será más difícil juzgar las fluctuaciones del tipo de cambio, y los inversores deben juzgar cuidadosamente sus propias capacidades. 2. Al invertir en fondos extranjeros, también se deben considerar los objetivos y estrategias de inversión de los propios productos del fondo. En particular, los fondos QDII actualmente adoptan generalmente estrategias de inversión indexadas. Sin la ayuda activa de los gestores, los inversores deben tener buena capacidad de sincronización para obtener beneficios eficaces de los mercados objetivo. En tercer lugar, invertir en empresas formales para evitar invertir en zonas grises y dejar que se desperdicien fondos personales.
Objetividad jurídica:
Artículo 27 de la “Ley de Sociedades Anónimas”: Los accionistas pueden aportar capital en moneda, o en especie, derechos de propiedad intelectual, derechos de uso de suelo y otras monedas no disponibles. -Inversión inmobiliaria dineraria que se valora y se transmite conforme a la ley. Sin embargo, salvo los inmuebles que no pueden utilizarse como aportes de capital según las leyes y reglamentos administrativos, los bienes no monetarios utilizados como aportes de capital deben ser evaluados y verificados, y sus precios no deben sobreestimarse ni subestimarse. Si las leyes y reglamentos administrativos contienen disposiciones sobre evaluación y fijación de precios, prevalecerán dichas disposiciones.