Los principios del asesoramiento psicológico incluyen
1.
El principio de confidencialidad es un principio básico en el proceso de asesoramiento psicológico. Este no es sólo un requisito de la ética profesional, sino que también está determinado por la propia naturaleza del asesoramiento psicológico. Los consejeros psicológicos tienen la responsabilidad de proteger la privacidad de quienes buscan servicios profesionales y, al mismo tiempo, deben ser conscientes de que el contenido y el alcance de esta privacidad están protegidos y limitados por las leyes nacionales y la ética profesional.
Respetar la autonomía del buscador, reflejar la integridad del consejero psicológico, evitar causar daño al buscador y hacer que el buscador se sienta seguro. Propicio para establecer una buena relación de consultoría.
2. El principio de confianza.
El significado del principio de protección de la confianza: Basado en las consideraciones de mantener la estabilidad del orden legal y proteger los intereses legítimos de los miembros sociales, cuando los miembros sociales forman una confianza razonable en la invariancia de ciertos factores en procedimientos administrativos, y esto razonable Cuando la confianza del público es digna de protección, el sujeto administrativo no puede cambiar estos procedimientos administrativos, o puede compensar razonablemente a los miembros sociales por la pérdida de confianza después de cambiar los procedimientos administrativos.
En los círculos del derecho público alemán siempre ha habido controversia sobre si el principio de protección de la confianza es un principio constitucional o un principio general del derecho administrativo. De la historia de la evolución de este principio se desprende que el principio de protección de la confianza fue citado por primera vez como principio general del derecho administrativo en la jurisprudencia de los tribunales administrativos estatales alemanes después de la Primera Guerra Mundial.
3. Principio de capacidad profesional.
El objetivo principal del consejero es ayudar a los clientes a analizar los problemas, cultivar su actitud positiva, desarrollar su confianza en sí mismos, permitirles crecer psicológicamente y encontrar sus propias soluciones a los problemas. Cuando los problemas que enfrenta el cliente exceden las capacidades profesionales del consejero, el consejero psicológico debe derivar al cliente de forma activa y oportuna a una agencia de asesoramiento psicológico adecuada.
4. Principio de limitación de tiempo.
La consulta psicológica debe respetar unos plazos determinados. Cada tiempo de consulta es generalmente de unos 50 minutos (se puede ampliar adecuadamente al aceptar la primera solicitud) y el tiempo o intervalo de consulta no se puede ampliar a voluntad. El establecimiento de la relación consulta-cliente es la clave para el buen desarrollo del trabajo de consulta, y también es el canal y la comunicación psicológica entre el consultor y el cliente. Pero hay límites.
Las persuasiones y peticiones del cliente, aunque sean bien intencionadas, deben rechazarse antes de dar por finalizada la consulta.