¿Cómo ser un ciudadano respetuoso de la ley?
Un estudiante es llamado a una pelea por sus compañeros para vengarse de los demás. Se considera "útil" y "leal". La brecha en sus percepciones legales es asombrosa. El segundo es crear una atmósfera jurídica en la que todos sean iguales ante la ley y desarrollar buenos hábitos de conducta jurídica. A menudo podemos ver esta escena en países europeos y americanos: en la oscuridad de la noche, ningún automóvil puede pasar, pero mientras la luz roja está encendida, la gente se detiene conscientemente y espera a que pase la luz verde. El tercero es promover el desarrollo de hábitos de conducta jurídica con hábitos de buena conducta moral. Ética y derecho van de la mano.
Una persona con alto carácter moral normalmente acatará conscientemente las leyes y disciplinas. Por el contrario, los criminales a menudo han roto sus defensas morales, y ya no es noticia que más del 70% de los elementos corruptos tengan el comportamiento depravado de "tener amantes".
Además de los tres puntos anteriores, personalmente creo que debemos partir de cuatro aspectos, es decir, estudiar la ley, comprender la ley, cumplirla y utilizarla.
En primer lugar, debes aprender la ley, porque aprender la ley es un requisito previo importante para comprenderla, cumplirla y aplicarla. Si una persona ni siquiera aprende la ley, ¿cómo puede entenderla, respetarla y aplicarla?
En segundo lugar, debes entender la ley. Conocer la ley requiere que pensemos en "por qué es ilegal hacer esto y por qué es un delito hacer aquello" al estudiar la ley. A través del pensamiento, entenderemos gradualmente las reglas.
En tercer lugar, debemos respetar la ley. El cumplimiento de las leyes y reglamentos es la obligación básica de todo ciudadano. Es una manifestación de responsabilidad hacia los demás, la sociedad y uno mismo.
Cuarto, el uso. En la vida real, cuando un compañero de clase es repentinamente violado ilegalmente, debemos utilizar el conocimiento legal para proteger nuestros derechos e intereses legítimos, en lugar de tragarnos nuestra ira o tomar medidas injustas para tomar represalias.