Determinación de propaganda falsa en la ley de publicidad
Es necesario revisarlo desde muchos aspectos, como el contenido publicitario, los métodos de promoción y los efectos reales.
1. Evaluación de la autenticidad de los contenidos publicitarios
La Ley de Publicidad exige que los contenidos publicitarios sean verdaderos y exactos, y no contengan contenidos falsos o engañosos. Por lo tanto, al determinar si un anuncio constituye propaganda falsa, primero es necesario revisar el contenido del anuncio. En concreto, incluye si el rendimiento, función, origen, uso, calidad, ingredientes, precio, productor, período de validez, compromiso y otra información del producto o servicio son consistentes con la situación real. Si el contenido publicitario es obviamente inconsistente con la situación real o es exagerado, puede constituir publicidad engañosa.
2. Revisión de la legalidad de los métodos publicitarios
Además del contenido publicitario en sí, el método publicitario también es una base importante para juzgar la propaganda falsa. La Ley de Publicidad estipula que los anuncios no utilizarán métodos explícitos o implícitos, ni utilizarán otros nombres o formas para engañar o inducir a error a los consumidores. Por lo tanto, al revisar un anuncio, es necesario prestar atención a si utiliza exageración, comparación, ficción, etc. para promocionarlo, y si existe algún comportamiento que engañe a los consumidores. Si el método publicitario viola las disposiciones de la ley de publicidad, puede constituir publicidad engañosa.
3. Comparación entre el efecto real y el contenido promocional
Al determinar si el anuncio constituye propaganda falsa, también es necesario considerar si el efecto real del anuncio es consistente con el contenido promocional. Si el efecto anunciado en el anuncio no se logra en el uso real, o hay una diferencia obvia, entonces el anuncio puede constituir propaganda falsa. Por lo tanto, la identificación de anuncios requiere una evaluación integral basada en la experiencia real de los consumidores y la retroalimentación del mercado.
En resumen:
La determinación de propaganda falsa en la ley de publicidad es un proceso integral, que requiere revisión desde múltiples aspectos como el contenido publicitario, los métodos publicitarios y los efectos reales. Durante el proceso de revisión, se deben seguir estrictamente las disposiciones pertinentes de la Ley de Publicidad de la República Popular China para garantizar la autenticidad y legalidad del anuncio. Al mismo tiempo, también es necesario prestar atención a la experiencia real de los consumidores y a la retroalimentación del mercado para detectar y corregir rápidamente comportamientos publicitarios falsos.
Base jurídica:
"Ley de Publicidad de la República Popular China"
El artículo 2 estipula:
En la República Popular de China Esta ley se aplicará a las actividades de publicidad comercial en el territorio de Japón y China donde los comerciantes de productos básicos o proveedores de servicios introducen directa o indirectamente los bienes o servicios que promocionan a través de ciertos medios y formas. El término "anunciante" utilizado en esta Ley se refiere a una persona natural, jurídica u otra organización que diseña, produce y publica anuncios por sí misma o encomendando a otros la promoción de bienes o servicios. El término “operador publicitario” tal como se utiliza en esta Ley se refiere a una persona natural, persona jurídica u otra organización a la que se le encomienda la prestación de servicios de diseño, producción y agencia de publicidad. El término "editor de publicidad", tal como se utiliza en esta Ley, se refiere a la persona física, persona jurídica u otra organización que publica anuncios para anunciantes u operadores de publicidad encomendados por los anunciantes. El término "portavoz publicitario" utilizado en esta Ley se refiere a una persona natural, jurídica u otra organización distinta del anunciante que utiliza su propio nombre o imagen para recomendar y certificar bienes y servicios en anuncios.
El artículo 4 estipula:
Los anuncios no incluirán contenidos falsos o engañosos y no dañarán los intereses del público ni los derechos e intereses legítimos de otros. Los anunciantes deben ser responsables de la autenticidad del contenido publicitario.
El artículo 28 estipula:
Constituye publicidad engañosa la publicidad que engañe o induzca a error a los consumidores con contenidos falsos o engañosos.
Se consideran anuncios falsos los anuncios que se encuentren en alguna de las siguientes circunstancias:
(1) Los bienes o servicios no existen;
(2) La realización, función, origen, finalidad y calidad de los productos, especificaciones, ingredientes, precios, fabricantes, fechas de vencimiento, estado de ventas, honores y otra información, o el contenido, proveedor, forma, calidad, precio, estado de ventas, honores y otra información del servicio, como así como información relacionada con los bienes o servicios Las promesas relevantes y otra información son inconsistentes con la situación real y tienen un impacto sustancial en el comportamiento de compra;
(3) Utilizar resultados de investigaciones científicas ficticias, falsificadas o no verificables, estadísticas datos, resultados de encuestas, resúmenes y citas y otra información como materiales de respaldo;
(4) Fabricar los efectos del uso de bienes o recibir servicios;
(5) Engañar o inducir a error a los consumidores con contenidos falsos o engañosos otras situaciones.