¿Qué te parece que tu hermano menor sea investigado por conducir ebrio y tu hermana menor esté arrodillada en la calle rogando ir a la cárcel en lugar de él?
Primero, el choque entre el fracaso de la educación y la justicia legal.
Sabemos que la ley siempre es justa. Si una persona comete un delito, la ley definitivamente lo castigará severamente y aprenderá una determinada lección. Pero en el acalorado debate actual, el hermano menor fue investigado por estar ebrio y, como resultado, la hermana menor pidió un castigo legal para exonerar a su hermano menor y protegerlo de cualquier daño. Este tipo de comportamiento no se ajusta a la ley ni a la naturaleza humana, porque es natural que una persona cometa errores, lo cual es un viejo dicho reconocido por muchas personas.
En segundo lugar, un caso evidente de fracaso educativo
Porque de este comportamiento se desprende que la educación personal de este hermano es muy insuficiente. No sólo no tenía conciencia de la seguridad vial, sino que tampoco se atrevió a asumir la responsabilidad tras ser investigado por conducir en estado de ebriedad. No tiene ningún sentido de responsabilidad y es indiferente a las súplicas de su hermana. Se puede decir que es una persona muy egoísta e irresponsable.
En tercer lugar, es ridículo e incomprensible.
Porque nosotros, las personas normales, sabemos que si nuestros familiares han ofendido a muchas personas, incluso lo denunciaremos por el bien de la justicia y la búsqueda de justicia en el mundo. En este caso, sin embargo, ha sustituido indiscriminadamente a su hermano menor. Aunque muestra un profundo parentesco, es ridículo y morboso. Debido a que este hermano menor cometió un error, él mismo debe asumir la responsabilidad correspondiente, no su hermana. Así que es desconcertante, obviamente, y en última instancia imposible. Este hermano y esta hermana ni siquiera tienen conocimientos sociales y jurídicos básicos.