¿Cuáles son las características laborales de un oyente psicológico?
En pocas palabras, las características del puesto de un confidente son las siguientes: persona de contacto, oyente, descubridor, guardián de la confidencialidad, cuidador, consolador y presentador.
Análisis específico:
El llamado hablar es solo la imagen externa del trabajo de un confidente, saber escuchar y expresar, de hecho, la característica más importante de un confidente es; para ayudar a otros: resolver problemas y apoyo emocional; es posible que no podamos resolver sus problemas, pero podemos brindarle algo de ayuda psicológica y consuelo, es decir, podemos resolver sus problemas y brindarle algo de apoyo emocional, pero debes saberlo; que la llamada resolución de problemas, no se trata de darle consejos o pedirle que haga lo que dices; le ayudamos a verse a sí mismo, a comprenderse a sí mismo y a ver la situación con claridad, esto en realidad es resolver el problema y la decisión final; sigue siendo suyo; no le ayudamos a tomar la decisión.
El oyente es un contacto: tiene contacto directo con el hablante de primera línea a través de la voz telefónica, por lo que necesitamos saber que la persona con la que estamos contactando es una persona viva que nos expresa sus sentimientos. Siente que no tiene pensamiento ni voluntad para tomar decisiones y elecciones.
Los oyentes también somos oyentes: escuchamos con paciencia y la otra persona nos cuenta su historia. Adoptamos una actitud sin prejuicios y no aplicamos etiquetas a la ligera, permitiéndole tener la oportunidad de expresarse.
El oyente es también un descubridor: ayuda al hablante a comprenderse a sí mismo. El descubrimiento aquí no es que el problema del hablante sea un problema que le ayude a comprenderse a sí mismo, sino que yo lo comprendo.
El oyente también es un guardián de la confidencialidad: debemos mantener sus expresiones completamente confidenciales, pero en algunos casos en los que quiera dañar a otros o a sí mismo, se debe romper el principio de confidencialidad. Cuando no puedas decidirte, puedes hablar con un profesional.
El que escucha también es una persona solidaria: prestamos atención incondicional. Queremos que el hablante sepa que lo vemos y que nos preocupamos. Al mismo tiempo, no lo etiquetaremos ni lo criticaremos a nuestro antojo. Puede que no lo entendamos, pero al menos estamos dispuestos a aceptarlo. Aceptación significa que admito que no te entiendo, pero estoy dispuesto a aceptarte.
El oyente sigue siendo un consolador. Proporcionamos estímulo verbal, consuelo y apoyo adecuados. A veces la motivación que necesita una persona es muy sencilla, por eso no debemos complicarlo todo, ya que si debemos ayudarlo, debemos pensarlo todo y analizarlo todo con claridad. A veces puede que necesite un poco de consuelo.
Finalmente, el oyente sigue siendo un presentador y, a veces, tenemos que ayudar al hablante a encontrar otro apoyo social. Por ejemplo, incluyendo asistencia social, asesoramiento psicológico e incluso tratamiento médico, le damos algunas formas de hacerle saber cómo ayudarse a sí mismo;