¿Cómo entender “todos los ciudadanos son iguales ante la ley”?

(1) Los ciudadanos son iguales ante la ley, lo que se refiere a la igualdad en la aplicación de la ley, no a la igualdad en la legislación. Debido a que las leyes de nuestro país sólo pueden reflejar y encarnar la voluntad y los intereses de la clase trabajadora y las amplias masas populares, pero no la voluntad y los intereses de elementos hostiles, no podemos hablar de igualdad con elementos hostiles en el proceso legislativo. De lo contrario, la ley no puede convertirse en un arma poderosa para combatir el crimen, mantener la estabilidad social y garantizar el progreso fluido de la reforma y la apertura. Pero en materia de aplicación de la ley, todos los ciudadanos son iguales.

(2) Los ciudadanos son todos iguales ante la ley, lo cual no es un igualitarismo absoluto. Los ciudadanos son iguales ante la ley, lo que exige que la ley otorgue el mismo estatus jurídico a todas las personas, mientras que el igualitarismo exige la eliminación de todas las diferencias y la igualdad absoluta en todos los aspectos, lo cual no es realista.

(3) Adherir al principio de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley significa oponerse a todos los privilegios. La constitución de nuestro país estipula que ninguna organización o individuo puede tener privilegios más allá de la constitución y las leyes. Esto demuestra que no existen ciudadanos especiales ante la ley.

(4) La constitución de nuestro país estipula que los ciudadanos son iguales ante la ley. Esto es igualdad de derechos dentro del ámbito de la constitución y la ley. La desigualdad todavía existe en la vida real. Para eliminar esta desigualdad, no sólo debemos utilizar medios legales, sino también desarrollar vigorosamente la productividad y mejorar la calidad cultural y los niveles de vida materiales de todas las personas.