Los jóvenes están cada vez más disgustados con los “expertos”. ¿Cuál es el problema?
1. Sobrecarga informativa y proliferación de información falsa: En la sociedad actual hay una explosión de información, e Internet y las redes sociales se han convertido en los principales canales para que los jóvenes obtengan información. Sin embargo, la autenticidad y confiabilidad de la información son difíciles de garantizar, y la información falsa y los rumores abundan en Internet. Los jóvenes se enfrentan al dilema de la sobrecarga de información y es difícil juzgar qué información es verdadera y confiable y cuál es falsa y engañosa. En este caso, cuestionan a los “expertos” y dudan de que realmente tengan conocimientos y experiencia profesional fiables.
2. Cuestionar el autoritarismo y el profesionalismo: a medida que crecen, el culto ciego de los jóvenes a la autoridad y el profesionalismo tradicionales va disminuyendo gradualmente. Suelen centrarse más en la experiencia personal y la intuición que en escuchar opiniones de expertos. Prestan más atención a la autonomía y al poder de toma de decisiones y dudan del estatus de autoridad de los expertos. Los jóvenes pueden creer que los expertos no son autoridades incuestionables y que pueden cometer errores o verse influenciados por factores políticos y empresariales, por lo que no tienen que depender únicamente de sus opiniones.
3. Pluralismo cultural y conceptos diversos: En la sociedad actual, el pluralismo cultural y los conceptos diversos están recibiendo cada vez más atención. Los jóvenes crecen en diferentes entornos culturales y sociales y están expuestos a diferentes perspectivas y valores. Pueden ser escépticos respecto de las opiniones tradicionales de los “expertos”, creyendo que estas opiniones pueden limitarse a un contexto cultural o social particular y no necesariamente aplicarse a todos. Los jóvenes están más centrados en la inclusión y la diversidad y pueden resentir las opiniones de los expertos que son demasiado estrechas o exclusivas.
4. Falta de experiencia práctica y pensamiento independiente: los jóvenes pueden carecer de experiencia práctica y tienden a acumular conocimientos mediante el pensamiento independiente y el ensayo y error. Pueden mostrarse escépticos ante los expertos que se basan únicamente en una formación teórica y académica, creyendo que carecen de experiencia práctica y de capacidad práctica para resolver problemas. Los jóvenes pueden prestar más atención a las aplicaciones y efectos prácticos, en lugar de limitarse a la predicación teórica y académica.
5. Preocupaciones por la politización y la comercialización: Algunos jóvenes pueden sospechar de algunos de los llamados expertos porque creen que están influenciados por intereses políticos o comerciales. Les preocupa que la independencia y objetividad del experto puedan verse influenciadas por intereses políticos, comerciales o de otra índole, lo que los lleva a ser escépticos respecto de las opiniones del experto. Los más jóvenes pueden cuestionar los verdaderos motivos e intereses de los expertos y evaluar sus opiniones con más cuidado.
6. Promover el aprendizaje independiente y el crecimiento personal: los jóvenes pueden preferir el aprendizaje independiente y el crecimiento personal en lugar de depender exclusivamente de expertos. Es posible que presten más atención a su propio proceso de aprendizaje y a sus logros, y adquieran conocimientos y experiencia a través del aprendizaje independiente y la autoexploración. En este caso, pueden ser escépticos con aquellos que dicen ser "expertos" y enfatizan demasiado su autoridad, creyendo que no deben confiar completamente en las opiniones de otras personas, sino que deben cultivar sus propias habilidades de pensamiento y juicio independientes.
7. Brecha generacional y barreras comunicativas: Puede haber brechas generacionales y barreras comunicativas entre jóvenes y expertos. Los expertos suelen expresar opiniones basadas en su propio conocimiento de la materia y experiencia profesional, utilizando jerga profesional y un lenguaje complejo que puede resultar difícil de entender y abordar para los jóvenes. Los jóvenes pueden sentirse alejados de las expresiones y el lenguaje de los expertos, creyendo que no comprenden realmente las necesidades y perspectivas de los jóvenes. Esto puede hacer que los jóvenes se sientan resentidos con los expertos y se sientan incapaces de comunicarse y conectarse eficazmente con ellos.
En resumen, las razones por las que a los jóvenes no les gustan los “expertos” pueden incluir: sobrecarga de información y proliferación de información falsa, sospecha de autoritarismo y profesionalismo, diversidad cultural y conceptos múltiples, falta de experiencia práctica. e independencia Pensar, preocuparse por la politización y la comercialización, abogar por el aprendizaje independiente y el crecimiento personal, la brecha generacional y las barreras de comunicación. Los jóvenes viven en una era de explosión y diversificación de la información. Prestan más atención a la experiencia práctica y a los resultados y se muestran escépticos ante la autoridad y el profesionalismo. Es posible que estén más inclinados a aprender y crecer por sí mismos en lugar de depender exclusivamente de expertos. Las preocupaciones sobre la politización y la comercialización también pueden llevarlos a dudar de las opiniones de los expertos y creer que los expertos están influenciados por intereses. Además, las brechas generacionales y las barreras de comunicación también pueden provocar dificultades de comunicación entre los jóvenes y los expertos.
Sin embargo, cabe señalar que los expertos todavía desempeñan un papel importante en muchos campos, y su conocimiento y experiencia son cruciales para resolver problemas complejos y tomar decisiones informadas. Los expertos pueden proporcionar conocimientos y conocimientos profundos para ayudar a los jóvenes a comprender y afrontar mejor un mundo complejo. Por lo tanto, los jóvenes deben ser racionales y objetivos y no desagradar ciegamente a los expertos. En cambio, deberían tomar decisiones informadas basadas en el pensamiento crítico, integrando información de todos los aspectos.
Para los expertos, también deben reconocer el pensamiento independiente y las ideas diversas de los jóvenes, y esforzarse por establecer una comunicación y conexiones efectivas con los jóvenes. Deberían utilizar un lenguaje más conciso y comprensible, evitar terminología demasiado técnica, mantener diálogos abiertos e inclusivos con los jóvenes, respetar sus puntos de vista e ideas y alentarlos a aprender de forma independiente y crecer por sí mismos.
En esta era de la información, la interacción entre jóvenes y expertos se ha vuelto más compleja y multidimensional.
Resolver la aversión de los jóvenes hacia los "expertos" requiere esfuerzos multifacéticos, incluido el fortalecimiento de la educación en alfabetización informacional, la mejora de las habilidades de comunicación de los expertos y la lucha contra la politización y comercialización de la transparencia. Al mismo tiempo, los jóvenes deben mantener un pensamiento crítico y una actitud abierta, y tratar racionalmente las opiniones y sugerencias de los expertos.
En esta era de cambios y desafíos, la cooperación e interacción entre jóvenes y expertos es muy importante. Sólo estableciendo una comunicación efectiva y una confianza mutua podrán los jóvenes y los expertos trabajar juntos para resolver los complejos problemas que enfrenta el mundo y contribuir al desarrollo y progreso social.
"Experto"