Cómo reclutar y entrevistar a ejecutivos corporativos
¿Cuál es el principio del segundo método? Los gerentes de recursos humanos necesitan saber que los ejecutivos corporativos no sólo pueden hacer un buen trabajo por sí mismos, sino que, lo que es más importante, pueden guiar a todos a hacer un buen trabajo, incluso a aquellos que saben hacer estrategia. Por tanto, en la práctica, el autor ha resumido las cuatro habilidades que se deben evaluar a la hora de contratar altos ejecutivos, a saber, la capacidad de "pensar, hablar, hacer y escribir", es decir, si tienen excelentes capacidades de pensamiento, expresión, ejecución y reflexión. Fuerza, formando así un ciclo de habilidades personales, que debería ser la habilidad o rasgo básico de un excelente gerente o ejecutivo de negocios. También es una elección inevitable para los gerentes profesionales seguir una carrera imperecedera. Es muy importante ser líder o gerente, de lo contrario es imposible liderar a los subordinados, y mucho menos administrar y operar la empresa. Esto es especialmente importante para las empresas en crecimiento.
1. Pensamiento: la capacidad de planificar, es decir, el poder de pensar.
El pensamiento representa el pensamiento. Como ejecutivo corporativo, controla los recursos de la empresa y gestiona a muchos empleados subordinados. Sin un poder ideológico excelente, todo el equipo no tendrá columna vertebral, ni sentido de dirección, ni sentido de propósito, ni sentido de seguimiento.
Saber las cosas con claridad es el primer paso para hacer las cosas, y también es un paso importante para determinar el éxito o el fracaso de las cosas y afectar la efectividad, eficiencia y efectividad de las operaciones de la organización. El proceso de descubrirlo, hasta cierto punto, es el proceso de planificar, planificar, planificar y evitar riesgos cuidadosamente antes de hacer algo. Después de pensar con claridad, tome la decisión más científica y razonable. Reducirá las emergencias durante la ejecución de las obras, mantendrá bajo control el desarrollo de las obras y se complementará con el uso eficaz de herramientas científicas de toma de decisiones como el PDPC, dando alas a la mejora de las capacidades de ejecución.
2. Representación: la capacidad de transmitir información, es decir, expresividad.
Hablar no es retórica ni elocuencia. Es la capacidad básica de transmisión y difusión de información. Porque los ejecutivos corporativos no luchan solos, sino que lideran un equipo para luchar.
Hablar. Un líder o gerente debe ser bueno para dar pleno juego a la iniciativa subjetiva y el rol de equipo de sus subordinados. La premisa es "decir" lo que quiere. Es decir, expresar, difundir, capacitar y orientar los planes y métodos de uno a todos en lugar de guardárselos para uno mismo y los subordinados y los equipos no lo sabrán con claridad, lo que afecta gravemente el progreso, la eficacia, la eficiencia, la eficacia y la eficacia general. trabajar. Porque el desempeño lo logra el equipo, no sólo el líder o el gerente.
3. Hacer: capacidad pragmática, es decir, capacidad de ejecución.
Para hacerlo, no sólo debemos ser pragmáticos, sino también permitir que los subordinados sigan, supervisen, verifiquen y evalúen el proceso para mejorar la capacidad de ejecución del equipo.
Para ello, los líderes o gerentes deben expresar sus planes a todos para que todos tengan los mismos objetivos, y luego deben ser pragmáticos y pragmáticos, deben ser buenos para corregir errores y centrarse en la ejecución durante el proceso. proceso. Sólo así podremos garantizar la realización de los "cuatro efectos": efecto, eficiencia, beneficio y eficacia.
La capacidad para hacer cosas generalmente se aprende a partir de experiencias profesionales pasadas. Se puede aprender a través de la empresa para la que se trabaja, o mediante algunas entrevistas y visitas de campo. Más importante aún, depende del desempeño futuro a largo plazo.
4. Escritura: capacidad de resumir y sublimar, es decir, la reflexión.
Escribir no se trata de escalar una grilla, sino de reflexión, resumen, sublimación y solidificación. Es uno de los criterios importantes para medir qué tan "alto" está un ejecutivo.
Al escribir, no exigimos que todos los miembros del equipo sean escritores o pensadores, pero una vez hechas las cosas, es necesaria una reflexión, un resumen o una sublimación adecuada. En realidad, se trata de un proceso estandarizado que solidifica una buena experiencia o tecnología, resume las lecciones de los fracasos y evita errores futuros.
Escribirlo es también un proceso de aprendizaje y mejora personal y organizacional. Las capacidades personales y organizativas se mejoran continuamente a través de la reflexión y el resumen. Las personas que no saben escribir no pueden ser caracterizadas simplemente como personas con poca capacidad, pero son mucho peores que aquellos que saben escribir. Debido a que la capacidad de almacenamiento del cerebro humano es limitada, es imposible realizar en él un procesamiento interminable.
La evaluación de la capacidad de escritura parece ser relativamente sencilla. Se pueden extraer conclusiones de forma intuitiva a través de las comunicaciones escritas, artículos, debates y trabajos de los candidatos.
“Pensar, hablar, hacer, escribir”, es decir, el ciclo de habilidades compuesto por pensamiento, expresión, ejecución y reflexión, no es sólo para que los individuos, sino también las organizaciones lo utilicen en el largo plazo. práctica a largo plazo. Una regla de circuito cerrado para mejorar las capacidades organizacionales. Nadie le quitará todo lo acumulado en la empresa, por lo que la renuncia y cambio de personal no afectará el funcionamiento de la empresa. Sugiero que las empresas en crecimiento, cuando sus procesos de gestión de recursos humanos sean imperfectos, practiquen las ideas y métodos descritos por el autor para hacer que el reclutamiento de ejecutivos sea más efectivo y científico.