Mi amigo tuvo un accidente automovilístico mientras me recogía. ¿Qué responsabilidad debo asumir?
La llamada conducta de buena fe se refiere a la conducta de una parte que no pretende establecer una relación jurídica de derechos y obligaciones, sino que es llevada a cabo por una de las partes basándose en las buenas costumbres para beneficiar a la otra parte. En términos generales, la buena voluntad es un acto de otorgar beneficios de forma gratuita sin ningún otro intercambio de beneficios, y es un acto de buena fe por parte del actor. Por ejemplo, viajes gratis, invitar a las personas a comer, ayudar a cuidar a los ancianos y a los niños, etc.
El acto de dar bondad es esencialmente un acto de caridad, que suele ocurrir en grandes cantidades en la vida diaria. Ayudar a los demás es una virtud tradicional en nuestro país, que favorece la armonía y la estabilidad social, y debe ser fomentada y afirmada en el espíritu legislativo y en las disposiciones legales.
En este caso, si la persona que recoge el coche recoge el coche gratis y sin condiciones, la relación entre la persona que recoge y el amigo es de buena fe y beneficiosa. El comportamiento de ayuda en una relación de buena fe es una manifestación de amistad, no tiene efecto legal y generalmente no genera responsabilidad legal. Sin embargo, si se produce un daño accidental en una relación de buena fe y ni el donante ni el beneficiario tienen la culpa, las partes pueden compartir la responsabilidad con base en el principio de equidad.
En este caso, como amigo, el autoestopista tiene la obligación de ayudar a los pasajeros. Cuando ocurre un accidente automovilístico, si ninguna de las partes tiene la culpa, el pasajero no necesita ser considerado responsable. Sin embargo, de acuerdo a lo dispuesto en el Código Civil y con base en el principio de equidad, es decir, si las partes no tienen culpa en causar el daño, pueden compartir la responsabilidad civil según la situación real, por lo que el pasajero debe dar su amigo una cierta cantidad de compensación.