Los pagarés tienen validez legal durante varios años.
El plazo de prescripción de los pagarés es de tres años.
A partir de la fecha de amortización indicada en el pagaré. Si no hay un plazo de reembolso acordado, el prestamista puede exigir el reembolso al prestatario en cualquier momento, y el plazo de prescripción comienza cuando el acreedor hace valer sus derechos.
Si el titular del derecho vuelve a hacer valer sus derechos, se aplicarán las disposiciones sobre interrupción de la prescripción. Sin embargo, si el prestamista no hace valer sus derechos dentro de los 20 años posteriores a la emisión del pagaré por parte del prestatario, el plazo de prescripción ya no correrá.