¿El vino de arroz nutre el estómago o lo daña?
En pocas palabras, beberlo caliente en invierno y añadir hielo en verano es una buena opción. En términos generales, a muchas personas les gusta beber vino de arroz después de calentarlo, porque el vino de arroz calentado tiene un sabor más suave y tiene un buen efecto para repeler el frío y calentar el cuerpo. Además, el vino de arroz contiene trazas de metanol, aldehídos, éteres y otros compuestos orgánicos, que tienen ciertos efectos en el cuerpo humano. Cuando el vino de arroz se calienta con agua a unos 60-70 grados antes de beberlo, estas sustancias nocivas ya se han evaporado. En este momento, las sustancias aromáticas lipídicas contenidas en el vino de arroz se evaporarán a medida que aumente la temperatura.
Beber caliente es el método tradicional de bebida de nuestro pueblo Han, que consiste en verter vino de arroz en un recipiente de vino y calentar el recipiente de vino con agua caliente. La característica más obvia de este método de bebida es que el aroma del vino de arroz se volverá muy rico y el sabor del vino será bastante suave. Pero cabe señalar que el tiempo de calentamiento no puede ser demasiado largo, de lo contrario el alcohol se evaporará por completo, pero el vino de arroz quedará insípido. Agregar agua al vino de arroz y calentarlo tiene un muy buen efecto de calentar el estómago y disipar el frío. Es mejor beberlo caliente entre 35 y 45ºC, porque en este caso los trazas de compuestos orgánicos contenidos en el vino de arroz que son perjudiciales para la salud humana se evaporarán a medida que aumenta la temperatura, reduciendo así el daño al cuerpo. Beber vino de arroz de forma habitual y con moderación también puede mejorar nuestra función intestinal.