¿Qué debo hacer si mi jefe me ataca?
Necesitamos comunicarnos y comprendernos, hacer un buen trabajo, atraer la atención, creer en la justicia y mantener un estado de ánimo. Ésta es la clave para afrontar el ataque de los líderes. Los siguientes puntos específicos pueden usarse como referencia:
Examínese cuidadosamente para eliminar la posibilidad de que el problema sea suyo. Si su desempeño o actitud ha causado insatisfacción con su líder, pídale que se disculpe sinceramente y haga mejoras de manera oportuna. Esto puede reducir el nivel de tensión y evitar una mayor escalada del problema.
Fortalecer la comunicación con los líderes. Si el problema no es suyo, debe comunicarse con el líder cara a cara y expresar su sinceridad en la solución del problema. Al mismo tiempo, también expresa determinación y actitud hacia el trabajo, elimina malentendidos entre los líderes y mejora la confianza y la comprensión mutuas.
Mejorar el rendimiento y la contribución laboral. Cuando eres un objetivo, tu desempeño es particularmente importante. Debemos concentrar nuestros esfuerzos, trabajar duro para completar las tareas, hacer contribuciones y tomar la iniciativa para proponer nuevas tareas. Un desempeño excelente puede demostrar su valía, compensar las relaciones y ganar más confianza.
Consigue el apoyo de compañeros y superiores. Además de comunicarse directamente con los líderes, también debe comunicarse activamente con colegas y superiores. Muestre su sinceridad y determinación para ganarse su comprensión y apoyo. Con la ayuda de colegas y superiores, se puede crear cierta presión para incitar a los líderes a reparar las relaciones.
Creer en el sistema y la justicia de la empresa. Registre el proceso del problema y la evidencia de manera veraz e infórmelo a los líderes superiores y a la alta dirección de la empresa de la manera adecuada. Significa que el problema es del propio líder y no del trabajo, y pide a la empresa que lo tome en serio y lo trate de manera justa. Este es el medio legal para resolver finalmente el problema.
Tranquilidad. Sin duda, ser observado aumentará la presión laboral y fácilmente generará emociones negativas como resentimiento, baja autoestima y ansiedad. En este momento, es aún más necesario mantener una actitud tranquila y serena y mirar el problema con un pensamiento positivo y optimista. Sólo con una mente tranquila podemos realizar juicios y acciones racionales.