Renunció a su trabajo como traductor en la Oficina de Patentes.
Además, el concepto tramitado por la Oficina de Patentes de Estados Unidos es inaceptable porque el impacto en la solicitud de patente demuestra que la invención es necesaria, útil e imposible de aplicación industrial. Si es necesario promover la innovación en el sistema de propiedad intelectual, no necesariamente las barreras de entrada sino otro aspecto fundamental, pero sí se deben hacer restricciones claras en los diferentes títulos para otorgar monopolios temporales, creando así las correspondientes leyes antimonopolio. En este sentido, la ley de competencia económica ha hecho imparcialmente excepciones a las conductas antimonopolio en la protección de los derechos de propiedad intelectual desde sus inicios en México. Otro factor para evitar prácticas y prácticas anticompetitivas y, en última instancia, la incapacidad de satisfacer la demanda del mercado a precios razonables es el uso de normas claras y el trabajo bajo un régimen de licencias obligatorias y un mecanismo eficaz de control de precios.
Finalmente, el sistema de patentes introduce un modelo. La difusión y uso de la filosofía tradicional de proteger y excluir a terceros por encima de los intereses intelectuales significa que más instituciones públicas y privadas deberían involucrarse en las tareas de búsqueda, análisis y utilización de la información de patentes. Esta no es una base de información suficiente; la red debe construir una inteligencia competitiva difusa basada en una combinación de información, procesos necesarios y tecnologías de servicios atractivas. La Figura 2 es un modelo de simulación en el que Lozano y Valid (1995) proponen el desarrollo de la industria de servicios de información. Si es posible construir una red, muchas instituciones que participan en este modelo darán un paso importante para eliminar las barreras de entrada y utilizar la propiedad intelectual como herramienta para la innovación.