Una breve discusión sobre los estándares de trabajo que los consultores deben cumplir al realizar consultoría de gestión empresarial.
1. Cumplir estrictamente las leyes, regulaciones y políticas nacionales pertinentes.
Al realizar actividades de consultoría de gestión, las sugerencias de mejora deben estar dentro del alcance de las leyes, regulaciones y requisitos de políticas nacionales y no deben ser violadas.
2. Maximizar los intereses del cliente.
Las agencias de consultoría de gestión empresarial se ocupan de los asuntos relacionados con el cliente durante la consulta y todo se basa en los intereses del cliente.
En los proyectos de consultoría, los consultores deben dedicarse de todo corazón a ayudar a los clientes a lograr mejoras positivas, duraderas y significativas en el desempeño empresarial, y a maximizar los intereses de los clientes sin violar los intereses públicos. Ésta es una “regla de oro” en la industria de la consultoría.
3. Mantener la independencia, objetividad e imparcialidad en el trabajo de consultoría.
Independencia, objetividad e imparcialidad son los objetivos profesionales de la profesión de consultor. Una de las principales razones por las que los clientes eligen un consultor es si un consultor puede brindar asesoramiento o evaluación objetiva e imparcial. Debido a que los intereses del consultor y del cliente son consistentes y existe una relación de proyecto con el cliente, no hay conflicto de intereses. Las sugerencias o evaluaciones del consultor no pueden ser sesgadas y las cuestiones deben considerarse desde la perspectiva del desarrollo empresarial del cliente. Todas las conclusiones del consultor deben basarse en hechos, no en conjeturas.
En algunos casos, independencia y objetividad son la misma cuestión. Si un consultor está acostumbrado a atender a las opiniones de los supervisores y le gusta complacer a los altos directivos, le resultará difícil dar opiniones imparciales y surgirán problemas de independencia y objetividad.
En la práctica de la consejería, cada consejero estará influenciado por la educación, la cultura, la política y las creencias religiosas. Para reducir estos efectos, los consejeros deben esforzarse por utilizar procedimientos de trabajo sistemáticos, científicos y altamente estructurados para reducir la influencia subjetiva de los consejeros. Además, discutir abiertamente los problemas con los clientes y pedir a sus colegas que revisen los planes y métodos puede mejorar la objetividad del trabajo de consultoría.
5. Guarde los secretos de los clientes.
No divulgue información comercial de los clientes ni utilice los recursos y la información confidencial de los clientes con fines de lucro. Este es un código de conducta común en la industria de la consultoría. Los consultores deben restringirse en el trabajo real y no revelar información que los clientes no estén autorizados a revelar ni utilizar ninguna información que tenga valor comercial y el valor comercial potencial del cliente para buscar beneficios o ventajas para su propia empresa y otros clientes. Sólo así los clientes podrán confiar en el asesor.
6. Tanto “enseñar a un hombre a pescar” como “enseñar a un hombre a pescar”.
La consultoría de gestión no sólo debe resolver los problemas de gestión de los clientes, sino también centrarse en mejorar el nivel de gestión de los clientes. Por lo tanto, durante el proceso de consulta, el consultor no solo le dice al cliente qué hacer, sino que también le dice por qué hacerlo, lo guía para que lo haga él mismo y le imparte conocimientos y experiencia relevantes sin reservas, para que el cliente puede resolver problemas similares más adelante.
7. No hagas nada que denigre a tus compañeros.
Para obtener proyectos de consultoría, los consultores no deben utilizar ninguna forma para denigrar a sus pares o alardear de sí mismos. Difamar a los colegas no sólo dañará la imagen y el orden de la industria de la consultoría, sino que también dañará la imagen de la institución del consultor y de sí mismo. -Compañía de consultoría del Mar Rojo