Nobel dejó un testamento durante su vida, donando toda su herencia a la causa de la ciencia e inspirando a las generaciones futuras a escalar las alturas de la ciencia.
Nobel nació en Estocolmo, Suecia, en 1833.
El padre de Nobel se dedicó a la investigación química, especialmente en explosivos. Influenciado por su padre, Nobel mostró un carácter tenaz y valiente desde niño. A menudo iba a hacer experimentos explosivos con su padre y casi pasó su infancia rodeado de enormes explosiones.
Nobel no fue a la escuela hasta los 8 años, pero solo estudió durante un año. Esta fue la única educación escolar formal que recibió.
Para poder aprender más, su padre le pidió que estudiara en el extranjero en 1850. En dos años viajó a Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos. Como es bueno observando y estudiando mucho, acumula conocimientos rápidamente. Pronto se convirtió en políglota y en un científico con formación científica. Después de regresar a China, durante su pasantía en la fábrica, inspeccionó muchos procesos de producción. No solo adquirió muchas habilidades prácticas, sino que también se familiarizó con la producción y la gestión de la fábrica.
De esta manera, Nobel, que no tenía educación formal, pasó por innumerables dificultades y dependió del trabajo duro y la perseverancia en el autoestudio para finalmente convertirse en científico e inventor.
Nobel realizó numerosos inventos a lo largo de su vida y obtuvo 255 patentes, entre ellas 129 tipos de explosivos solamente. Su interés por la invención no se limitó a la dinamita. Como inventor y científico, tenía una rica imaginación y una perseverancia indomable. Estudió caucho sintético y fibras sintéticas, experimentó mejorando piezas de discos, teléfonos, baterías y luces, y experimentó con piedras preciosas sintéticas. Aunque los resultados de estas investigaciones no son muy buenos en comparación con los explosivos, su espíritu de atreverse a explorar dejó una profunda impresión en las generaciones futuras.
Nobel dedicó su vida a la ciencia. Vive una vida de soltero y pasa la mayor parte de su tiempo en el laboratorio. Es modesto, cauteloso, amable y leal con los demás. Se negó a ser halagado por los demás y se negó a que sus fotografías y retratos se publicaran en los periódicos. El intenso trabajo prolongado lo enfermaba por exceso de trabajo, pero cuando su vida agonizaba, todavía se dedicaba a la investigación de nuevos explosivos. El 10 de febrero de 1896, el gran científico, inventor y experimentador murió repentinamente de un ataque cardíaco.