Solución al "dilema del prisionero"
Dos delincuentes fueron capturados por la policía y encerrados en dos celdas separadas, incapaces de comunicarse entre sí. La policía les dio a los dos sospechosos tres opciones:
Ninguno confesó y cada uno fue sentenciado a dos años;
Ambos confesaron y la sentencia se duplicó y cada uno fue sentenciado a cuatro años. ;
Si una persona coopera con la policía y admite el crimen, la otra persona permanecerá callada. Con la cooperación de la policía y su absolución, fue condenado a seis años.
Desde la perspectiva de los intereses personales: todo el mundo quiere confesar el delito, y el cómplice no confesará nada, para poder ser absuelto. Esta es una elección racional desde una perspectiva personal.
Pero si la otra parte así lo cree, la situación final es que ambos confiesan sus delitos y se aumentan las penas, cada una a cuatro años.
Análisis del beneficio global: dos cómplices eligen ocultar sus crímenes juntos, y cada uno sólo necesita cumplir 2 años de prisión. Este es un resultado racional desde una perspectiva colectiva y también es la mejor opción.
Se puede observar que en un grupo, si todos los individuos proceden de sus propios intereses, el resultado será un daño colectivo y, en última instancia, nadie saldrá ganando.
Es decir, la elección óptima del individuo no es la elección óptima del grupo.
Esta es la famosa teoría del “Dilema del Prisionero”, que se utiliza para explicar por qué es difícil mantener la cooperación o incluso correr riesgos cuando se sabe que la cooperación es beneficiosa para ambas partes.
En la vida real, el "dilema del prisionero" está en todas partes. Por ejemplo, todo el mundo utiliza "* * *bicicleta compartida". Algunas personas piensan que las bicicletas deben ser apreciadas, pero no tiene sentido apreciarlas y disfrutarlas solo cuando piensan que otros las destruirán a voluntad.
Si todo el mundo piensa así, la vida útil de las bicicletas será mucho más corta que la de las bicicletas normales.
Al final, cada vez más bicicletas quedarán inutilizables y el coste de disfrutarlas seguirá aumentando, de modo que nadie podrá disfrutar de la comodidad de las bicicletas.
La cooperación puede maximizar los beneficios colectivos e individuales.
Existe una estrategia central muy sencilla para resolver el dilema del prisionero y promover la cooperación mutua: la sinceridad.
Esta estrategia fue inventada por el profesor Laporte, psicólogo matemático de la Universidad de Michigan. Se llama “ojo por ojo, diente por diente”.
Ser sincero no significa permitir que ocurra una traición.
A la hora de hacer las cosas, debes optar por la cooperación desde el principio.
En otras palabras, elegimos cooperar en la primera ronda.
En comunicaciones posteriores, adopta una estrategia fija: trátalo de la misma manera que te trató a ti la última vez.
La última vez que la otra parte te traicionó, esta vez tú eliges traicionarlo;
La última vez que la otra parte cooperó contigo, esta vez tú eliges cooperar.
Así de simple.
La "estrategia sincera", a través de varias interacciones, elige activamente cooperar con la Sociedad de Conveniencia, y el "dilema del prisionero" se resuelve.
Entre los cinco elementos, el más práctico, sincero y confiable es la cualidad de "tierra".
Las personas que tienen una Tierra estable, soportan la carga del Señor, son tolerantes, tolerantes con todas las cosas, amigables y tienen una naturaleza terrenal fuerte, naturalmente elegirán cooperar con los demás en lugar de traicionar. Ésta es la base para resolver el "dilema del prisionero".
Oro natural. El metal son reglas y límites. Es decir, en cooperación no se puede ser una mala persona sin principios. Cuando la otra parte te traiciona, debes mostrar tus resultados sin dudarlo y comprometerte con firmeza. Este es un requisito previo para una cooperación exitosa.
Esta es la verdad que dijo el Presidente Mao Zedong cuando hablaba de la cooperación entre países: "La unidad en la lucha es unidad en la supervivencia, la unidad en la concesión es unidad en la muerte".
El oro genera agua, y cuando el agua fluye, la gente sabe dejarse llevar y perdonar a tiempo. Incluso si la otra parte te ha traicionado, siempre que elijas cooperar esta vez, debes optar por cooperar la próxima vez, es decir, perdonar a la otra parte por su traición anterior.
Estar inmerso en el odio y la traición hará perder nuevas oportunidades de cooperación después de que la situación cambie.
El perdón fomenta el comportamiento cooperativo.
La cooperación requiere una lógica simple, motivos simples y la expresión más sincera.