Red de Respuestas Legales - Derecho empresarial - ¿Por qué son tan diferentes los significados de "batallas y derrotas repetidas" y "derrotas y batallas sostenidas"?

¿Por qué son tan diferentes los significados de "batallas y derrotas repetidas" y "derrotas y batallas sostenidas"?

Hay una historia famosa en la historia sobre un general que luchó contra enemigos en el extranjero pero siempre fracasó por diversas razones. Después de ser derrotado nuevamente por el enemigo, estaba ansioso por derrotar al emperador. Por un lado, informó de la situación y, por otro, buscó contramedidas y pidió refuerzos. Escribió en el monumento: "He sido derrotado en muchas guerras...". Cuando su jefe vio este monumento, sintió que era inapropiado, por lo que tomó un bolígrafo y cambió la frase en el monumento a "He fallado repetidamente en las batallas...". Las palabras originales no fueron cambiadas, pero sí el orden, cambiando inmediatamente el desastre de la derrota en la perseverancia de un héroe.

Aquí no nos preocupamos de las implicaciones tácticas de esta historia. Lo que exploramos es por qué las "derrotas exitosas" transmiten sentimientos de fracaso y dolor en las personas, mientras que las "derrotas en serie" traen esperanza a las personas.

Los psicólogos realizaron un experimento un tanto cruel. Coloque el ratón en una jaula con puerta y fondo de metal. Luego se aplica una pequeña corriente eléctrica al fondo de la jaula para que la rata reciba una descarga eléctrica que, aunque no es mortal, sí causa un dolor considerable. Si se abre la puerta de la jaula, la rata inmediatamente saldrá corriendo de la jaula para escapar de la descarga eléctrica. Pero si la puerta de la jaula está bloqueada por una placa de vidrio, si el ratón sale corriendo cuando recibe una descarga eléctrica, golpeará la placa de vidrio y quedará bloqueado.

La electrificación repetida del fondo de la jaula provocó que las ratas quedaran bloqueadas por los paneles de vidrio una y otra vez mientras intentaban escapar. Finalmente, las ratas aprendieron a rendirse. Se acurrucó en la jaula, soportó pasivamente la tortura de las descargas eléctricas y abandonó por completo su intento de escapar. En este momento, incluso si se quita la placa de vidrio de la puerta de la jaula y la nariz del ratón sobresale de la jaula, no escapará activamente de la jaula, sino que renunciará a todos los esfuerzos y soportará el dolor de forma pasiva y desesperada. Este estado de los ratones se denomina en psicología "impotencia aprendida".

La impotencia aprendida describe la actitud de desesperación y abandono de los animales, incluidos los humanos, después de que sus deseos se han visto frustrados muchas veces. El proceso psicológico básico en este momento es retirarse y darse por vencido. Para las personas, también existen dudas, abnegaciones y limitaciones, que las hacen pesimistas y desesperadas, resignadas al destino y dejan que su destino fluctúe con la fuerza de fuerzas externas.

Algunas personas pueden pensar que los humanos y los ratones son diferentes. Si la gente ve la esperanza de ser salvada, ni siquiera se negarán a intentarlo. Esta conclusión probablemente sea cierta en situaciones similares al experimento de ahora, pero en otra situación, el desempeño de muchas personas es sorprendentemente similar al de los ratones. Cuando decimos: "Los ideales han sido aplastados por la realidad", cuando decimos: "La realidad me golpeó una y otra vez y finalmente me di por vencido", nuestra actuación es "impotencia aprendida".

A medida que una persona crece, si los demás siempre la critican o la evalúan negativamente en un determinado aspecto, a menudo gradualmente se formará la creencia de que realmente no es bueno en ese aspecto y renunciará a sus esfuerzos. De manera similar, si una persona falla una y otra vez al hacer algo, tenderá a dejar de intentarlo nuevamente, pensando que de todos modos no puede hacerlo bien. Al igual que el ratón, el cristal no está en la puerta de la jaula, sino en su corazón.

Sin embargo, los humanos son humanos después de todo y son criaturas inteligentes. De hecho, en nuestra historia hay muchas personas así que nunca se rendirán fácilmente y nunca serán derribadas por los reveses. Para ellos, el fracaso es una oportunidad para aprender y extraer lecciones, y un paso adelante para su próximo esfuerzo. Estas personas superan sus miedos y obstáculos internos y poseen así una voluntad fuerte y una sabiduría elevada. No son "tontos que siguen luchando", sino luchadores que siguen luchando.

El destino puede manipularnos como lo hacen los experimentadores con las ratas, pero no tenemos por qué vivir como ratas. Las personas pueden pensar y, lo que es más importante, pueden conquistar su propio destino controlando sus emociones y su voluntad. Ésta es la brillantez de la naturaleza humana y una de las características fundamentales del heroísmo humano. Es precisamente por este valor que los significados de "derrotas repetidas" y "derrotas repetidas" tienen una diferencia tan grande.