Red de Respuestas Legales - Directorio de abogados - Mi esposa y mi madre a menudo tienen conflictos. ¿Qué debo hacer?

Mi esposa y mi madre a menudo tienen conflictos. ¿Qué debo hacer?

Los conflictos son cosas comunes en nuestra vida diaria, ya sean entre amigos, familiares o amantes. A menudo hay muchas razones para los conflictos. Debido a que nuestras perspectivas son diferentes, tendremos diferentes maneras de ver algo. Cuando no nos entendemos, surgirán conflictos. Para la suegra y la nuera, varios conflictos son comunes y a menudo se discuten en nuestra vida diaria. ¿Cómo debemos afrontar los frecuentes conflictos entre esposas y madres? En primer lugar, como intermediario, tengo que tomar la iniciativa. En cuanto a los conflictos, primero hablaré con ambas partes por separado para averiguar cuál es el conflicto y obtener mis propias opiniones e ideas de ambas partes. Luego, les contaré mi perspectiva como espectador y les transmitiré mis pensamientos a través de mis expresiones para ayudarlos a entenderse entre sí. Si una de las partes tiene un problema, lo señalaré seriamente, corregiré su comportamiento y le pediré que se disculpe con la otra parte. Finalmente, si dos personas no pueden reconciliarse, haré todo lo posible para evitar que vivan juntas y evitar el conflicto de raíz. Si dos personas tienen sentido y vuelven a estar juntas con mi ayuda, sin duda será algo afortunado.

En resumen, debido a diferentes experiencias de crecimiento y entornos de vida, cada uno de nosotros tiene puntos de vista diferentes sobre tres cosas. Así que lo que necesitamos es buscar puntos en común reservando las diferencias, tolerarnos y comprendernos mutuamente y señalar los problemas de manera oportuna, para que podamos llevarnos mejor juntos. Es normal tener peleas y conflictos. Nos ayuda a comprender cuáles son los problemas entre nosotros. Cuando tenemos un problema, necesitamos resolver el problema, no la persona. Mientras los tratemos de manera razonable, podremos vivir juntos en armonía y crear una familia cómoda y cálida. ¿por qué no?