Composición para nivel 4 de inglés mayor
Evidentemente, estos malos hábitos pueden tener consecuencias negativas. En primer lugar, pueden dañar la salud física y mental de los estudiantes. Además, lo que preocupa a muchos profesores es que también puedan tener un impacto negativo en el rendimiento académico de los estudiantes. En definitiva, no podemos hacer la vista gorda ante estos fenómenos.
Considerando la gravedad del problema, es hora de que tomemos medidas efectivas. En primer lugar, se recomienda que las universidades cultiven la conciencia de los estudiantes sobre una vida saludable. En segundo lugar, los propios estudiantes también deberían aprender a regular y controlar adecuadamente sus vidas. Sólo así podremos esperar ver el escenario ideal de estudiantes disfrutando de una vida colorida y saludable en la torre de marfil.
Dos opiniones sobre la donación de sangre varían de persona a persona. Algunas personas consideran que donar sangre es un honor. Mantienen esta opinión porque. La sangre que donan se puede utilizar para salvar a pacientes que necesitan sangre con urgencia. Pero otros piensan que la gente es estúpida por donar sangre. En su opinión, la sangre es muy valiosa para la salud de una persona y si una persona pierde más de 200 mililitros de sangre, será perjudicial para su salud.
Por mi parte, estoy de acuerdo con la primera opinión. Las razones de mi elección son las siguientes. En primer lugar, si bien es cierto que la pérdida excesiva de sangre es perjudicial para la salud, esto no significa que donar menos sangre también sea perjudicial. Los médicos nos dicen que donar un poco de sangre no es perjudicial para ninguna persona sana y que la sangre juega un papel integral para salvar la vida de un paciente gravemente enfermo.
En definitiva, creo firmemente que donar sangre es glorioso. Como estudiantes universitarios del nuevo siglo, debemos donar sangre siempre que nuestras condiciones de salud lo permitan. Nada nos hace más felices que salvar a alguien.
En los últimos años, cada vez más estudiantes universitarios han abandonado la escuela prematuramente. Excepto unos pocos que se van por razones objetivas como problemas de salud, la mayoría de los estudiantes siguen sus carreras ideales, además de tener más experiencia y riqueza. Varios factores pueden contribuir a su aparición.
En primer lugar, algunos estudiantes creen que el costo de oportunidad de pasar cuatro años en un campus universitario es demasiado alto y que el mercado laboral se está volviendo cada vez más competitivo.
Por lo tanto, vale la pena renunciar cuando hay disponible un trabajo satisfactorio. En segundo lugar, algunas personas creen que el mundo real es una mejor escuela para adquirir conocimientos prácticos que la escuela tradicional.
Por último, pero no menos importante, la publicidad y popularidad de algunos empresarios de éxito, como Bill Gates y Steve Jobs, que no completaron sus estudios pero acabaron con gran riqueza y logros, dando ejemplo a los más jóvenes. generación que enfatiza la individualidad y la individualidad.
Sin embargo, creo que es irracional que los estudiantes universitarios abandonen sus estudios. Con una educación superior y personalidades más maduras, los graduados mejor preparados pueden luchar más fácilmente por su futuro.
En resumen, una educación universitaria vale la pena.