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Por qué la expresión debe ser "libre"

La libertad de expresión es el derecho básico de los ciudadanos a expresar libremente sus opiniones y escuchar las declaraciones de los demás según sus propios deseos, pero se deben proteger los derechos personales y la dignidad personal de la persona de la que se habla. Estas opiniones están libres de censura y restricciones gubernamentales y, a veces, se las denomina libertad de expresión en un sentido más amplio.

La libertad de expresión ha desempeñado un papel histórico enorme en la promoción del desarrollo y progreso de toda la civilización humana. En todo el mundo, varios países y regiones han definido la connotación de libertad de expresión en diferentes formas de "leyes".

La libertad de expresión es un derecho inherente de los seres humanos. Este no es sólo el legado del liberalismo, sino también el valor espiritual que aprecian los seres humanos. Las constituciones de la mayoría de los países del mundo contienen disposiciones que protegen la libertad de expresión. El artículo 35 de la Constitución estipula: "El pueblo y los ciudadanos chinos tienen libertad de expresión, prensa, reunión, asociación, procesión y manifestación".

La libertad de expresión es un derecho básico de los ciudadanos. Los ciudadanos disfrutan de libertad de expresión tanto en asuntos públicos como privados. A juzgar por la práctica de varios países, ningún país considera la libertad de expresión una libertad absoluta. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, considerado un modelo para la protección de los derechos humanos, también adopta una perspectiva relativista. Según el artículo 19, párrafo 3, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la libertad de expresión es un derecho suspendible y su ejercicio conlleva obligaciones y responsabilidades especiales. La libertad de expresión puede estar restringida por ley si se basa en los derechos y la reputación de otros, la seguridad nacional o el orden público, la salud o la moral públicas.

La libertad de expresión es esencialmente un equilibrio de múltiples valores, lo que significa un juego tridimensional de intereses multidimensionales. En el marco de la libertad de expresión, los derechos y obligaciones, la libertad y la responsabilidad son intrínsecamente opuestos e inseparables. Sólo enfatizar la libertad y la igualdad mientras se ignoran las limitaciones, normas y disciplinas conducirá a que se abuse de la libertad; enfatizar solo las limitaciones, normas y disciplinas mientras se ignoran la libertad y la igualdad amenazará y destruirá los intereses públicos. Por un lado, debemos valorar el espacio para la libertad de expresión; por otro, debemos comprender razonablemente la escala de la libertad de expresión y reunir el firme poder de la fe para la armonía y la estabilidad sociales.