Casos exitosos de principios de delimitación de la plataforma continental
En definitiva, la historia de la práctica judicial en materia de delimitación marítima muestra que el principio de equidad es universalmente aplicable. Se espera que todos los países puedan resolver adecuadamente las disputas territoriales marítimas con una actitud justa y desarrollar y utilizar mejor este recurso humano.
El Golfo de Maine está situado en el océano Atlántico occidental. Es una bahía semicerrada entre Estados Unidos y Canadá y es rica en recursos pesqueros. Los pescadores de ambos países compiten por pescar, lo que lleva a la sobreexplotación de los recursos pesqueros. Durante las negociaciones de demarcación, las dos partes tuvieron marcadas diferencias de opinión. Cuando las negociaciones fracasaron, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá acordaron por unanimidad presentar la disputa a la Corte Internacional de Justicia, pidiéndole que demarcara la plataforma continental y las zonas de pesca para ellos. Según la opinión de la Corte Internacional de Justicia, los criterios para la delimitación de esa frontera única deben buscarse geográficamente. Por lo tanto, los dos países se dividen según la superposición de sus proyecciones oceánicas costeras y luego utilizan criterios auxiliares para ajustar la injusticia. La frontera final se encuentra esencialmente a medio camino entre las respectivas líneas de reclamación de los dos países.