La teoría de la personalidad de Freud_Sobre la teoría de la personalidad de Freud
El propio Freud tuvo diferentes definiciones del yo en diferentes épocas, y la definición más completa se encuentra en "El Yo y el ello". En este importante trabajo, propuso una teoría de la estructura de la personalidad, dividiendo la personalidad en tres partes: ello, yo y superyó. Él cree que una personalidad completa consta de estos tres sistemas y su unidad armoniosa puede constituir una persona sana.
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El ello es el yo original, que hace referencia al yo original, a la existencia y al despertar de la autoconciencia, y contiene los deseos, impulsos y vitalidad básicos necesarios para supervivencia. Debido a que requiere todo el impulso instintivo para lograr una gratificación inmediata, a menudo se lo considera instintivo. El concepto de instinto de Freud tiene tres significados básicos: "Primero, el instinto se considera una fuerza detrás de los fenómenos mentales, una energía dinámica inherente a la estructura mental, más que una influencia temporal; segundo, este poder proviene constantemente del interior del organismo, se origina en tejido corporal, y se manifiesta como un "deseo fisiológico"; en tercer lugar, el instinto es un efecto psicológico de la estimulación interna, que es la conducción del "deseo físico" a órganos o funciones psicológicas. En resumen, Freud considera el instinto como la fuerza impulsora interna. desde dentro del organismo, que determina el cuerpo y la mente humanos a través del órgano psicológico "Así las características del ello se pueden resumir en: inconsciente, irracional, exigente de satisfacción incondicional y que sólo sigue el principio del placer; es el depósito de lo sexual. poder detrás de todos los impulsos instintivos; contiene todas las cosas reprimidas. Se conserva la naturaleza racial heredada.
En el sistema teórico de Freud, se cree que el "ello" persigue la felicidad y evita el dolor de forma inconsciente y no planificada. Por ejemplo, los bebés nacen para llorar y ser alimentados; los humanos nacen para divertirse; desde un punto de vista primitivo, no existe una diferencia esencial con los animales. Respeto el principio de la felicidad independientemente del tiempo, el lugar y el método, pero tiendo a buscar la gratificación inmediata y la liberación y desahogo inmediatos de la energía psicológica instintiva. No soporto ningún contratiempo y no tengo escrúpulos con los recuerdos. Ignora cualquier realidad y puede satisfacerse mediante la acción o imaginando que obtienes lo que deseas; satisfacer la fantasía es tan bueno como la satisfacción real. No tengo razón, ni lógica, ni valores, ni sentido de moralidad, ni credo ético. En resumen, el ello es excesivo, impulsivo, ciego, irracional, no socializado, egoísta e indulgente. Esta conciencia original, real y natural recorrerá la vida de una persona y guiará cada una de sus palabras, acciones y movimientos. Sin embargo, la conciencia de uno mismo a menudo se aprisiona y no es comprendida ni reconocida por la sociedad, y consecuencias más graves obstaculizarán su desarrollo. Por lo tanto, la gente entra naturalmente en sí misma.
En segundo lugar, ego (ego)
Ego, que originalmente significa "yo" en alemán, es una expresión natural de los deseos primitivos y se refiere a las funciones activas de control, observación y aprendizaje de la personalidad. . El yo está entre uno mismo y el mundo exterior. Es la capa superficial de la estructura de la personalidad y representa la racionalidad y el ingenio. Cuando las personas viven en sociedad, deben enfrentar la realidad de la sociedad, actuar de acuerdo con las necesidades sociales y actuar de acuerdo con la lógica y el sentido común social. Freud señaló: "La importancia de la función del yo se muestra en que, en circunstancias normales, el control de la iniciativa se transfiere al dominio del yo. De esta manera, en su relación con el ello, es como una persona en un caballo, Él debe contener la fuerza superior del caballo; la diferencia es que el jinete intenta contenerla con su propia fuerza, mientras que el ego usa fuerza prestada. La analogía puede extenderse más si el jinete no se deja llevar por él. el caballo. El caballo es conducido hacia donde quiere ir; de manera similar, el yo está acostumbrado a convertir sus propios deseos en acciones, como si fueran sus propios deseos "② El yo es un instinto realista, que se basa en la repetición. lecciones de la realidad, una parte diferenciada del yo. Es lógico y se rige por el principio de realidad; tiene el derecho de controlar las cosas en el ello y evitar que las cosas reprimidas perturben la conciencia bajo la guía del superyó; también debe controlar las exigencias del ello de acuerdo con las condiciones del exterior; realidad .
El yo es la estructura psicológica correspondiente al ello y al superyó. Cuando nace un bebé, sólo tiene "ello" y no "yo", pero cuando comienza a explorar el concepto de "quién soy yo", comienza a convertirse verdaderamente en una "persona". En este proceso, lo que se ejecuta es la imagen constante del entorno circundante en el cerebro, por lo que el "yo" puede denominarse "el yo bajo las limitaciones del entorno real". Por ejemplo, si quieres jugar, puedes hacerlo. No lo juegues porque no has terminado tu tarea hoy. Esto es "yo". En la realidad normal, el yo de las personas naturales muestra varias características de personalidad, lo que se refleja en los individuos: algunas personas tienen una autodisciplina más fuerte y otras tienen peor autodisciplina. Las personas con una fuerte autodisciplina parecen estar bien educadas pero a menudo viven una vida agotadora, mientras que las personas con más identidad en su personalidad viven relativamente libremente, pero los delincuentes a menudo provienen de personas que no pueden controlar su identidad.
En tercer lugar, el superyó
El superyó es una especie de normas y tabúes de comportamiento social que se refiere a los ideales morales, preceptos y normas sociales que una persona adquiere durante su crecimiento. Es la rama moral de la psicología humana que abarca los ideales por los que luchamos y el castigo que esperamos cuando violamos nuestras normas morales.
Como parte ideal de la estructura de la personalidad, el superyó se forma interiorizando las normas y valores morales del entorno social y cultural durante el proceso de crecimiento del individuo. Su función principal es supervisar, criticar y controlar la propia conducta. La característica del superyó es la búsqueda de la perfección, por lo que es tan irreal como el ello. Se trata más de desarrollar aquellas habilidades que aún no has desarrollado, en lugar de hacer cosas que simplemente no puedes hacer. Esto refleja un estado de conciencia que quiere atravesar tu estado actual y sublimar a un nuevo reino. En un sentido positivo, el superyó puede referirse a una actitud de mejora continua, progreso e innovación, un estado de esfuerzo por ser bueno y de esforzarse por expresar madurez y excelencia. El superyó se deriva de la autodiferenciación y es mayoritariamente inconsciente. Es la internalización de la autoridad paterna y el cumplimiento temprano de los deberes parentales (teniendo en cuenta también el principio de perfección, se puede dividir en ideal de uno mismo (la norma que determina la conducta moral) y conciencia (castigando la conducta que viola las normas morales); su función principal es la autosupervisión y el autocontrol.
El superyó funciona a un nivel muy primitivo, por lo que no puede resistir la prueba de la realidad, es decir, no puede cambiar sus acciones según diferentes situaciones. En esta situación, la persona no puede distinguir entre pensamientos y acciones, y puede sentirse culpable por pensamientos que tal vez ni siquiera conduzcan a la acción. Además, los individuos están sujetos a juicios de blanco y negro y luchan por alcanzar la perfección. Un superyó estricto se manifiesta en el uso excesivo de palabras como bien, mal, juicio, juicio, etc. Pero el superyó también puede ser racional y flexible. Por ejemplo, las personas pueden olvidar sus propios errores o los de otras personas si se debieron a un accidente o a una situación muy estresante. A medida que crecen, los niños aprenden estas importantes distinciones y aprenden a ver las cosas de maneras que son más que todo o nada, bien o mal, blanco o negro.
Desde esta perspectiva, los conceptos de "ello", "yo" y "superyó" propuestos por Freud son un proceso interactivo de interrelación y restricción mutua. En otras palabras, estos tres son un cuerpo contradictorio. Habrá conflictos constantes entre ellos. El ello, el ego y el superyó lucharán constantemente entre sí, y uno mismo es el sujeto que debe captar esta contradicción. El protagonismo excesivo de cualquiera de las partes puede perjudicar o beneficiar a la misma. Esto depende de su propia conveniencia, ya sea para mover la contradicción principal en la dirección positiva de las cosas o en la dirección negativa de las cosas. Bajo la guía del principio de placer, el ello expresa plenamente la gratificación instantánea del instinto y la voluntad personales. Inspirado por principios morales, el superyó sublima la personalidad y perfecciona la relación entre la naturaleza humana y la sociedad. El ego se rige por el principio de realidad y se mueve entre el ego, el superyó y la realidad. El superyó actúa según principios perfectos, se guía a sí mismo y controla el ello. El ello busca el placer, el superego busca la perfección y el yo busca la verdad. El camino de la vida es el proceso del ello al ego y luego al superyó. Todo el mundo pasa por estas tres etapas de la vida, pero no todas están completas.
En el sistema de la personalidad, el ello, el ego y el superyó se entrelazan para formar una personalidad completa. Sólo cuando los tres están en un estado coordinado la personalidad puede parecer saludable.
Notas:
① Che (Editor en Jefe): "Sobre el freudianismo", Jilin Education Press, 1992, página 172.
(2) Traducido por Freud, Chen Lin, Zhang Zhunmin y Chen Weiqi: "Obras seleccionadas de las obras posteriores de Freud", Shanghai Translation Publishing House, 2005, pág.
Referencia
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