¿Cómo entender la importancia de la moral y el derecho para mantener el orden en la vida pública?
La moral y la ley son dos medios básicos para establecer y mantener el orden social.
Los objetivos que persiguen la moral y el derecho en la vida pública son los mismos: mantener el orden de la vida pública y lograr la estabilidad y el desarrollo económico y social regulando el comportamiento de las personas. Aunque la moral y el derecho tienen funciones diferentes, se complementan entre sí. El mejor desempeño del papel de las normas morales requiere el apoyo del derecho; la mejor realización de las funciones jurídicas requiere la construcción moral como condición importante. La formación, consolidación y desarrollo de un buen orden social dependen tanto del derecho como de la moral.
En la vida pública, la moralidad puede utilizarse para regular y estandarizar el comportamiento de las personas y prevenir la delincuencia. La moral es el complemento del derecho. La vida social es compleja, y la naturaleza del derecho determina que no puede incluir dentro de su ámbito de ajuste todas las relaciones sociales complejas y extensas, por lo que su ámbito de actuación es limitado. El papel de la moralidad es más amplio, no sólo en todos los aspectos de la vida social, sino también en el mundo espiritual de las personas, y puede regular muchas cuestiones más allá de la eficacia de la ley. La mejora de la calidad moral personal y del nivel moral de toda la sociedad crea las condiciones para la implementación de la ley. En resumen, debemos utilizar de manera integral las costumbres, la moral, las disciplinas, las leyes y otros medios para regular el comportamiento de las personas y mantener un buen orden social.