Cómo adherirse a la combinación de gobernar el país por ley y gobernar el país en virtud
La gobernanza del Estado es una cuestión estratégica importante que guía la gobernanza nacional y el desarrollo social. Es de naturaleza general, de largo plazo y fundamental. Gobernar el país conforme a la ley significa que las amplias masas populares, bajo la dirección del Partido y de conformidad con la Constitución y las leyes, gestionan los asuntos estatales, los asuntos económicos y culturales y los asuntos sociales a través de diversos canales y formas, garantizan que todo el trabajo nacional se lleva a cabo de conformidad con la ley, y gradualmente se realiza la democracia socialista. Estandarización, procedimentalización y legalización de la política.
En segundo lugar, implementar integralmente la estrategia básica de gobernar el país según la ley y adherirse a gobernar el país en virtud.
Gobernar el país en virtud significa establecer activamente un sistema ideológico y moral socialista que se adapte al desarrollo de la economía de mercado socialista y convertirlo en una norma universalmente reconocida y acatada voluntariamente por todas las personas. La moral precede a la ley y su cobertura es más amplia que la ley. Se puede decir que la moralidad es omnipresente en la sociedad humana y que todas las demás normas sociales están sujetas a normas morales. La implementación integral de la estrategia básica de gobernar el país según la ley debe basarse en la regla de la virtud.
La moral es la base de la legislación. Las leyes en las que se basa el estado de derecho deben reflejar la voluntad del pueblo y las leyes objetivas del desarrollo social, y ajustarse a los conceptos de racionalidad, justicia y equidad. La formulación de tal ley debe guiarse por conceptos ideológicos y morales correctos, y los factores y estándares morales deben ser considerados plenamente por parte de los participantes, el proceso de formulación y el contenido de la ley.
La moralidad es la base de la aplicación de la ley. La aplicación justa de la ley es el contenido más importante del Estado de derecho. Las relaciones sociales son complejas y en constante cambio, y la ley tiene cierto retraso y rigidez, e inevitablemente tiene cierto grado de ambigüedad. En realidad, los agentes del orden también tienen cierta discreción y libertad para testificar. Por lo tanto, si podemos captar el propósito legislativo de manera justa y precisa, usar estos poderes racionalmente y hacer cumplir la ley de manera justa depende de la calidad de quienes hacen cumplir la ley y de la capacidad moral de quienes hacen cumplir la ley. Si la calidad de los encargados de hacer cumplir la ley es baja y abusan de su poder, se producirá una aplicación de la ley injusta.
La moral es la base para obedecer la ley. El reconocimiento y la creencia de la mayoría de la gente en la ley es la base de la existencia de la ley. Las normas jurídicas externas deben transformarse en la conciencia interna de la mayoría de la gente. Cuando la mayoría de la gente desprecia una ley, ésta se convierte en letra muerta. En una sociedad normal, el nivel de moralidad es directamente proporcional a la fuerza de la conciencia respetuosa de la ley. Una mentalidad de autodisciplina respetuosa de la ley es la base para lograr el objetivo de la heteronomía jurídica.
En tercer lugar, implementar de manera integral la estrategia básica de gobernar el país de acuerdo con la ley, y adherirse a la combinación de gobernar el país por la ley y gobernar el país por la virtud es una elección inevitable.
Como parte de la superestructura, la ley y la moralidad son medios importantes para mantener el orden social y regular los pensamientos y comportamientos de las personas. Están interrelacionados y se complementan entre sí. El estado de derecho regula el comportamiento de los miembros de la sociedad con sus medios autoritativos y coercitivos. La regla de la virtud mejora la comprensión ideológica y la conciencia moral de los miembros de la sociedad con su capacidad de persuasión y persuasión. Las normas morales y las normas jurídicas deben estar estrechamente integradas y desempeñar un papel unificado.
En resumen, gobernar el país según la ley es una garantía importante para gobernar el país según la moral, y gobernar el país según la moralidad es una base importante para gobernar el país según la ley. El imperio de la ley y el imperio de la virtud se complementan y promueven mutuamente. En la implementación integral de la estrategia básica de gobernar el país según la ley, debemos adherirnos a la combinación de gobernar el país según la ley y gobernar el país según la moral, las cuales son indispensables.