¿Cuál tiene más influencia en el comportamiento del niño, en la educación familiar o en la propia personalidad del niño?
El tipo de persona y carácter que llegará a ser un niño en el futuro depende en gran medida del entorno familiar. El entorno familiar tiene aspectos tanto positivos como negativos. Además, el entorno familiar se puede dividir en entorno físico y entorno espiritual. Con el desarrollo de la sociedad actual, el entorno material es generalmente superior, pero también hay muchos problemas en el entorno espiritual que merecen nuestra atención. En el entorno educativo familiar, la influencia del ambiente familiar y la educación familiar en la personalidad de los niños es particularmente importante.
Como padre, primero debes saber que los diferentes ambientes familiares tienen diferentes efectos en la personalidad de los niños.
1. Buen ambiente familiar
Un buen ambiente familiar ayuda a la formación del buen carácter de los niños. Los miembros de la familia se llevan armoniosamente, se cuidan unos a otros, los padres son armoniosos y la comunicación entre padres e hijos es fluida, íntima, educada y razonable. El ambiente familiar es estable y armonioso, armonioso y cálido, agradable y confortable. Un buen ambiente familiar aporta a los niños una sensación de confianza, seguridad y felicidad. Los niños siempre pueden sentir el cuidado y el compañerismo de sus padres, tienen una gran confianza en sus padres, se sienten seguros en casa y están dispuestos a compartir cada detalle de sus vidas con sus padres.
2. Mal ambiente familiar
La discordia entre los padres es uno de los principales motivos que dificulta el sano desarrollo de la personalidad de los niños. Los niños que crecen en un entorno familiar así serán extremadamente inseguros y tendrán un sentido de pertenencia. Una personalidad de naturaleza frágil y que tiende a ser retraída o hiperactiva. Estos niños a menudo carecen de confianza en sí mismos en las interacciones, pero están muy ansiosos por obtener atención y reconocimiento de los demás, por lo que a menudo pierden más de lo que ganan.
Debido a la falta de comunicación en la familia, el deseo de los niños de comunicarse con los demás se ve reprimido, por lo que muchas veces muestran demasiado entusiasmo al comunicarse con los demás. Debido a la falta de cuidados y al vacío en la familia, los niños dan gran importancia a sus amigos y son fácilmente impulsivos. Tiene un fuerte sentido de autodefensa y está muy preocupado por lo que los demás piensan de él. También es muy sensible y propenso a tener conflictos con los demás. Los niños con un ambiente familiar tenso carecen de sensación de seguridad, suelen ser emocionalmente inestables y propensos al estrés, el miedo y la ansiedad a largo plazo.
Los diferentes estilos de crianza tienen diferentes efectos en la personalidad de los niños. Como padres, debemos conocer estas diferencias.
1. Crianza familiar brutal
Este modelo educativo, en términos sencillos, es la creencia de que “los talentos surgen de palos”. Los padres tratan los problemas de sus hijos de manera simple y ruda, exigiéndoles que los obedezcan absolutamente. Esperan demasiado de los niños, no tienen la paciencia para escuchar sus opiniones y no tienen la capacidad de comunicarse eficazmente con ellos. Centrarse en los resultados es más importante que el proceso. Si no se cumplen las expectativas del niño, los padres lo tratarán con dureza o incluso lo culparán.
Debido a la falta de comunicación con sus hijos, a menudo no saben lo que piensan sus hijos, no entienden a sus propios hijos y no les dan a sus hijos el derecho a hablar y participar. Algunos niños que reciben este método educativo tienen miedo de sus padres, carecen de sensación de seguridad y no se atreven a expresar sus sentimientos. Con el tiempo, los niños son propensos a desarrollar una autoestima tímida y baja, introversión y conservadorismo, resignación y no se atreven a expresar opiniones frente a los demás.
2. Crecimiento independiente
Al educar a los niños de esta manera, los padres pueden tratar a sus hijos por igual y respetarlos, es decir, "ponerse en cuclillas" para comunicarse con sus hijos. Los padres son independientes, amables y se preocupan por sus hijos. Se comunican con los niños con frecuencia, critican y corrigen las deficiencias de los niños de manera oportuna y efectiva, no se adaptan a los niños de manera casual o sin principios, y utilizan la educación de aprecio y castigo de manera razonable y apropiada.
Los padres pueden negociar activamente con sus hijos y animarles a participar en la toma de decisiones familiares. Los niños entrenados de esta manera son buenos para comunicar ideas y discutir problemas con sus padres, y pueden desarrollar gradualmente la capacidad de pensar de forma independiente y resolver problemas. Estos niños generalmente son confiados y optimistas, aman la vida, son amigables con los demás y tienen opiniones independientes.
3. Crianza familiar basada en la indulgencia
Los padres están llenos de amor y expectativas hacia sus hijos, pero el amor carece de razón y decoro.
Rara vez exigen o disciplinan a sus hijos. Tienen miedo de fallar o caerse, y son demasiado protectores y complacientes, por lo que sus hijos rara vez dependen de sus padres y rara vez piden o disciplinan a sus hijos. Esto es ambiguo. El cariño de los padres también dará a los niños un sentido de superioridad y formará un carácter egocéntrico.
En la vida y en el estudio, estos niños no pueden ser agraviados en absoluto. Cuando encuentran contratiempos, se desaniman fácilmente, pierden los estribos, eluden la responsabilidad y culpan del problema a factores externos. Falta de gratitud y retroalimentación. Habilidades interpersonales débiles, es difícil llevarse bien con las personas que te rodean y es fácil desarrollar un mal carácter egoísta y obstinado.
4. Conflictos en los estilos de crianza familiar.
Los diferentes estilos de crianza se refieren principalmente a los diferentes estilos de crianza de los padres. A menudo vemos esta escena: el padre reprende y educa al niño, pero la madre sigue disculpando al niño e incluso regaña al padre. La práctica ha demostrado que la inconsistencia en los requisitos educativos de los padres no solo contrarresta el efecto educativo, sino que también alienta a los niños a utilizar los conflictos entre padres para encubrir sus propias deficiencias y errores, e incluso desarrollar una doble personalidad de prejuicio contra el comportamiento de los demás y comportamiento arbitrario. .