Las leyes contra la violencia doméstica de nuestro país no han desempeñado el papel que les corresponde. ¿Cuál es la razón principal?
1. Las deficiencias de la ley contra la violencia doméstica son la limitada conciencia ciudadana y la insuficiente publicidad legal.
La mayoría de las víctimas de violencia doméstica son mujeres. A la mayoría de las mujeres chinas se les enseñan los valores tradicionales del matrimonio y la familia desde una edad temprana. Aunque la conciencia de las mujeres sobre sí mismas y sus derechos mejora constantemente con el desarrollo económico y el progreso social, hay que admitir que la sociedad actual todavía está dominada por los hombres y muchas mujeres optan por soportar la violencia doméstica en silencio. La opinión pública puede no estar del lado de las mujeres por temor a que este problema se resuelva por medios legales, y un número considerable de personas incluso cree que las capacidades personales de las mujeres deberían ser responsables del manejo inadecuado de las relaciones familiares. Otras víctimas, como los ancianos, los niños y otros grupos vulnerables de la familia, no comprenden la ley contra la violencia doméstica y no conocen o no tienen la capacidad de utilizar esta ley para proteger sus propios derechos e intereses. Además, al igual que las partes involucradas en un proceso de divorcio, las víctimas de violencia doméstica aborrecerán los litigios, considerándolos conflictos internos dentro de la familia, y no recurrirán a los tribunales a menos que sea absolutamente necesario.
2. En lo que respecta a la actual ley de violencia doméstica de mi país, existen algunos problemas y deficiencias prácticas.
En primer lugar, la legislación es demasiado estrecha. Por ejemplo, la violencia fría que a menudo ocurre en las familias no está dentro del alcance de la violencia en la ley matrimonial de nuestro país. En segundo lugar, faltan medidas de apoyo pertinentes, como órdenes de hábeas corpus, y no existen los procedimientos legales correspondientes. Otro problema es que los principios triunfan sobre la práctica.
La ley contra la violencia doméstica es lo suficientemente completa como para proteger los intereses de la mayoría de las personas. Mientras se fortalezcan algunos detalles, la violencia doméstica no ocurrirá.