¿Por qué no podemos divorciarnos en Nueva Zelanda?
1. Garantía de política nacional: en primer lugar, Nueva Zelanda es un país que concede gran importancia a los valores familiares y el gobierno siempre se ha comprometido a garantizar la estabilidad del matrimonio. y familia. Por tanto, la política de no divorciarse es mantener la integridad y estabilidad de la familia.
2. El matrimonio es un compromiso: En Nueva Zelanda, el matrimonio no es sólo un asunto entre dos personas, sino también una responsabilidad y un compromiso social. Por lo tanto, a la hora de elegir casarse, ambas partes deben considerarlo seriamente y estar preparadas para un matrimonio a largo plazo.
3. Proteger a los grupos vulnerables: El divorcio suele traer más daño a las mujeres y a los niños. Para proteger los derechos de los grupos vulnerables, Nueva Zelanda prohíbe el divorcio fácil para reducir la violencia doméstica y las disputas de propiedad.
4. Desarrollo económico estable: el matrimonio sin divorcio también conduce a un desarrollo social y económico estable. Si una pareja se divorcia por voluntad propia, puede dar lugar a problemas como la división de bienes y la manutención de los hijos, lo que afectará la situación económica de ambas partes y sus familias y, por tanto, afectará el desarrollo de toda la sociedad.