Discutir por qué los derechos de propiedad intelectual son un requisito previo para el desarrollo de industrias culturales.
En última instancia, la industria cultural es una industria de contenidos y una industria del conocimiento. Su esencia es la creatividad y la creación intelectual, cuyos resultados se reflejan en los derechos de autor. Sin el elemento central del derecho de autor, la cultura no se puede industrializar y no existiría la llamada industria cultural. Por ejemplo, si las obras de las series de Disney y las películas de Hollywood no tuvieran derechos de autor, no habrían alcanzado lo que tienen hoy, ni se habrían desarrollado hasta lo que son hoy.
El desarrollo industrial de la cultura debe tomar el camino de la productización y la comercialización. Lo que significa seguir este camino es tener un logotipo, crear una marca. Los resultados de la industrialización de los productos culturales son propiedad exclusiva de los derechos de marcas culturales. Como DreamWorks, Disney y otras marcas culturales de renombre mundial.
Además de los derechos de autor y de marcas, la industrialización de la cultura también requiere de cierto apoyo técnico. Sin apoyo técnico, la cultura no puede integrarse con la tecnología moderna. Por ejemplo, las computadoras Apple y los iPhone. Por un lado, la tecnología promueve la integración de la cultura y las nuevas tecnologías; por otro, promueve el desarrollo de la cultura y la tecnología. Por ejemplo, la invención del papel se convirtió en portador de logros culturales como los libros. Más tarde, estuvieron disponibles medios como películas, cintas, CD e Internet, lo que promovió en gran medida la difusión y el desarrollo de la cultura. El resultado de esta fusión de tecnología y cultura es la exclusividad y propiedad de los derechos de patente.
Para desarrollar las industrias culturales, debemos tomar el camino de los derechos de propiedad cultural. Sin reconocimiento legal y protección de estos derechos de propiedad cultural intangibles, la cultura no puede industrializarse y la industria cultural no puede desarrollarse.