2. ¿Cómo puedo salvarte por la mañana? 2
Desde que habéis roto, debéis aceptar el hecho de la ruptura y ya no enfrentar a la otra parte con la misma mentalidad que antes. Por ejemplo, si la otra parte no te responde, no puedes empezar a quejarte por eso, lo que afectará tu mentalidad. En realidad, este es un fenómeno muy normal. Además, en este momento, la otra parte ya no es la persona que puede aparecer a tu lado inmediatamente con solo una llamada telefónica cuando estás de mal humor.
En este momento, debéis aprender a cambiar de roles, tratar de llevaros bien como amigos normales y no presionar más a la otra parte. Puede que no sea fácil, pero como estamos en el proceso de redención, debemos aprender. De lo contrario, la otra parte seguirá alerta y pensará que usted está decidido y que la está molestando. Sólo hará más daño que bien a su recuperación.
Debéis entender que en el proceso de redención, a veces tenéis que bajar vuestro estatus para seguir llevándonos bien unos con otros.