¿Cuál es la psicología de las personas a las que les gusta reírse de los demás?
Primero, son narcisistas.
A sus ojos, son los mejores en todos los aspectos. No permitir que otros los superen les hará sentirse frustrados y perdedores. No pueden soportar este tipo de presión psicológica, por lo que satisfarán su propio narcisismo reprimiendo a los demás.
De hecho, la otra cara del narcisismo es el complejo de inferioridad. También se puede decir que su narcisismo está provocado por una baja autoestima. Debido a su baja autoestima, sentirán celos de los demás. Al ridiculizar y acosar a los demás, puedes atacarlos, consumiendo así la energía de los demás y aprovechando la oportunidad para superarlos y obtener los resultados que deseas.
Se sienten superiores y complacientes al reírse de los demás. En otras palabras, menosprecia a los demás y elévate a ti mismo.
En segundo lugar, la falta de seguridad y la baja autoestima.
Las personas que suelen reírse de los demás son inseguras por dentro. Así que utilizaré el desdén y el ridículo para darme una sensación de seguridad y satisfacción. Su carencia interior les hace atacar constantemente a los demás y ocultar su propia impotencia.
3. Ser hostil con los demás.
Considerarán a los demás como enemigos imaginarios y sentirán que siempre se están apuntando a sí mismos y tienen problemas consigo mismos. La mejor defensa es la ofensiva, por eso utilizan la risa para atacar y enfrentarse entre sí. De hecho, es su instinto agresivo interno el que se proyecta en los demás. Si crees que otros están tratando de tratar contigo, entonces debes atacar primero.
Cuarto, atraer la atención de los demás.
Un niño que no ha recibido atención desde pequeño atraerá la atención de diversas formas que resultan anormales para los demás, es decir, deformaciones. Los adultos todavía adoptan los mismos patrones de comportamiento. Burlarse involuntariamente de los demás para satisfacer las necesidades psicológicas de alguien que carece de atención.
En resumen, las personas que siempre se ríen de los demás tienen básicamente las cuatro características anteriores. Cuando vemos sus necesidades psicológicas y motivaciones conductuales, es posible que no nos sintamos tan repulsivos y disgustados con ellos. Si no tenemos la capacidad de influir en la derecha, mantenernos alejados puede ser la mejor opción.