Red de Respuestas Legales - Derecho de bienes - En el caso de un hombre que cometió intencionalmente un asesinato debido al ladrido de un perro, ¿por qué no decidió llamar a la policía para una mediación?

En el caso de un hombre que cometió intencionalmente un asesinato debido al ladrido de un perro, ¿por qué no decidió llamar a la policía para una mediación?

Antes del ataque, el hombre le ladró al perro y se comunicó con la familia del dueño del perro. Sin embargo, su comunicación no era buena y no estaba en paz consigo mismo. Al regresar a casa, apuñaló a tres personas e hirió gravemente a una. No llamó a la policía debido a la mala comunicación, por lo que no llamó a la policía por el perro. No tiene ningún efecto en los perros y no muerde a los humanos. ¿Por qué ese hombre no mató a la familia? Desde el momento en que tomó el cuchillo, supo que matar al perro no tenía sentido porque ya no era un buen ciudadano sino un sospechoso de asesinato, y ya no tenía miedo de que el perro ladrara. Estará en la cárcel. Lo he dicho antes: ¡los perros no entienden y no se les puede enseñar bien! Por eso sólo mata personas, no perros.

El artículo 75 de la "Ley de Castigo de la Administración de Seguridad Pública" de mi país estipula que cualquiera que críe animales e interfiera con la vida normal de los demás recibirá una advertencia. Aquellos que no se corrijan después de advertir o no permitan que los animales intimiden a otros serán multados con no menos de 200 yuanes pero no más de 500 yuanes. Sin embargo, cabe señalar que incluso si el asesino Wang decidiera llamar a la policía para resolver la disputa entre las dos partes antes del incidente, es posible que la policía no pueda resolver el problema por completo. Para ser precisos, el supuesto comportamiento ilegal de los dueños de perros es sólo teórico y es difícil identificarlos y castigarlos en la práctica.

En los últimos años, los conflictos entre humanos y perros se han vuelto cada vez más graves, especialmente cuando algunos dueños de perros pasean a sus perros sin correa, lo que supone una grave amenaza para la vida de los ciudadanos. A medida que continúan ocurriendo mordeduras y muertes de perros, las personas se ven obligadas a recurrir a medios ilegales, como envenenar a sus perros, para desahogar su ira. La raíz del problema es que los perros no están enjaulados según las leyes estatales y las regulaciones locales no se hacen cumplir de manera efectiva.

Actualmente, el "caso del asesinato del perro que ladra" ha vuelto a hacer sonar la alarma: la vida es lo más preciado, y la ley debe anteponer la protección de la vida y la seguridad de las personas, y debe seguir el ritmo de los tiempos. Se deben tomar medidas cuando llegue el momento, en lugar de estar siempre "hacia atrás" y siempre esperando que la opinión pública "cambie el rumbo". En resumen, los perros padecen enfermedades incurables y los desastres provocados por el hombre continúan.