La tía vendía naranjas en su bicicleta después de beber. La policía de tránsito primero compró las naranjas y luego la castigó. ¿Qué tan reconfortante es este comportamiento policial?
Todos debemos saber que no se puede conducir después de beber, de lo contrario será una infracción de las normas de tráfico y la policía de tráfico le castigará como algo natural. Después de todo, él es responsable de quién es y de quién es. Debe saber que conducir un vehículo después de beber es algo muy peligroso. Puede provocar fácilmente accidentes de tráfico y representar grandes amenazas para su propia vida. También puede provocar fácilmente accidentes de tráfico y afectar la salud y la vida de los demás. La policía de tránsito hizo lo correcto al castigar a la tía. Al fin y al cabo, todos somos iguales ante la ley.
Hay que saber que si una persona puede vender naranjas en bicicleta después de beber, significa que no es una persona rica. Muchas personas viven en la base de la sociedad, por lo que toman decisiones tan difíciles. Cuando la policía de tránsito vio a la tía, sintió compasión y compró naranjas. El castigo por conducir en estado de ebriedad se basa en la seriedad del trabajo de la tía, pero aparte del trabajo, el policía de tránsito sigue siendo una persona con sus propios pensamientos. Poder comprar naranjas demuestra que es muy amable de corazón. No es fácil conocer a su tía, por eso actuó así. Este tipo de comportamiento policial por parte de la policía de tránsito hace que la gente se sienta muy conmovedora y cálida.
Es realmente difícil y repugnante multar a la policía de tránsito por comprar naranjas primero. Después de todo, la otra parte es responsable de la tía. Sólo así la tía podrá darse cuenta de su error, pero la policía de tránsito también la consoló indirectamente por haber sido castigada. En la vida, muchas personas tienen suerte cuando beben y conducen. Creo que mi tía tiene la misma actitud. La policía de tránsito compró naranjas para castigarlo y darle calor. A veces, los ciudadanos se quejan cuando son castigados por la policía de tránsito, pero creo que esta tía debe haberse sentido conmovida por las acciones de la policía de tránsito. Ella no tiene emociones extremas y se dará cuenta de sus errores y ya no violará la ley.
Debemos recordar nunca beber y conducir. Se trata de asumir la responsabilidad de uno mismo y de los demás. No importa lo que suceda o la situación en la que se encuentre, debe cumplir estrictamente con la ley; de lo contrario, definitivamente pagará un precio.