El crecimiento lleva tiempo.
Primero sonó la melodía y luego el sonido del piano llenó toda la habitación como agua corriente: la conocida canción "Annie's Wonderland". Poco a poco dejé de escribir y levanté la cabeza. Después de esperar un rato, mis pensamientos parecieron fluir con el sonido del piano...
Hace cinco años, yo, una niña que acababa de graduarse de sexto grado, arrastré una caja pesada durante media hora. Persona drogada y caminando sola, aterricé en esta tierra extraña llamada mi ciudad natal. Además de ser tímido, también estaba profundamente desconcertado. No entiendo por qué mis padres insistieron en enviarme de nuevo a estudiar, por qué simplemente eligieron quedarse quietos y despedirse de mí en el borde de la carretera, pero no me enviaron personalmente al auto, incluso si solo me ayudaron a ponerme. mi equipaje lejos; no quiero pensar en que estén juntos. Las palabras solemnes después de la serie de exhortaciones: "Esperamos tu triunfo".
Mirando el flujo interminable de peatones y mi Tío que estaba parado no muy lejos, quería huir. Se levantó un polvo fino que me cegó, y luego esta melodía débil y cálida surgió de la nada y se formó una capa de niebla frente a mis ojos. ¿mundo maravilloso? Es sólo un espacio frío y oscuro.
En un espacio así, la calidez de los padres también se vuelve distante y confusa. Viviendo sola en casa de mi tío, poco a poco me fui acostumbrando a que no me instaran a levantarme por la mañana, a acostumbrarme a concentrarme en mí mismo durante la cena, a acostumbrarme a salir sin escuchar las molestas quejas de mi madre, a acostumbrarme a llevar mi Mochila en casa por la noche, y mirando la mía. La sombra cambió de larga a corta bajo la farola, y luego de corta a larga...
Dejando las semillas de flores en el invernadero, poco a poco aprendí a sé fuerte.
Al principio, muchas veces, no podía soportar perder la delgada línea telefónica y el sobre grueso. Muchas noches estaba sola en mi habitación, recitando y calculando, escuchando las risas de mi hermano y los cariñosos regaños de mi tía desde afuera. En silencio, mis ojos se pusieron rojos una y otra vez. Sin embargo, siempre hay un soplo de alivio en mi corazón. Puedo florecer por mi cuenta sin la ayuda de los hombros de los demás. Entonces me tragué las lágrimas, me animé y eché raíces, pinté y crecí en este pequeño espacio que solo me pertenecía a mí.
El sonido del piano circula en círculo, interpretando constantemente una pieza de música mitad tranquila y mitad oscura. Es como si el rocío goteara de cada rincón de la habitación, brillando delicadamente bajo la luz.
Bajo las luces parpadeantes, parecía verme cambiando día a día. No te acobardes detrás de tus padres, saca la cabeza para recibir el sol; no te dejes sacudir por un pequeño contratiempo, sé tranquilo y autosuficiente. No quiero volver a casa voluntariamente; Pero cuando me desperté una tarde y vi la ciudad soleada fuera de la ventana, sentí que aquí también hacía mucho calor.
La última nota continúa hasta que desaparece la última ola en el aire. Poco a poco fui recuperando el sentido.
El reloj de arena del tiempo ha retrocedido cinco veces, y todos los cambios se presencian aquí: una gruesa pila de billetes de ida y vuelta, declaraciones de aliento en la pared, lágrimas dejadas en silencio sobre la almohada... Al mirarlos, me siento inexplicablemente amable y conmovido: este es el espacio para crecer libremente.
Comentarios:
Este artículo parte de mi vida real y explica bien la frase de que la composición proviene de la vida, lo que puede impresionar fácilmente a los rotuladores. La descripción musical y el contenido narrativo a lo largo del artículo están integrados, lo que también aumenta la belleza poética del artículo. El estilo de escritura del autor es sofisticado, sus descripciones son delicadas y su contexto emocional es claro y palpable. Su proceso de crecimiento y comprensión del espacio se revelan entre líneas.